Es muy comùn en el predio de la Bienal encontrarse de repente con una muchedumbre compacta y cerrada, con càmaras y luces que vuelven la noche en día, con funcionarios, curiosos y convidados, haciendo un sólido y homogéneo anillo.
En esta ocasión el evento sucede en la galerìa del Museum.donde se impone una gigantografía de la bienal -Fabriciano y las muchas personas que lo acompañan y que comparten sus rostros en la imagen de la Bienal 2022-; tipologìas que resumen la diversidad de nuestra provincia.
Tres pedestales con obras ocultas tras la tela, un artista, Santiago Gustavo Guarnieri y un orador,Josese Eidman, presidente de la Fundación Urunday.
“Estos son los momentos profundos, los instantes que quedan atados al recuerdo, porque son actos de amor. En el primer día de la Bienal, Santiago Guarnieri, viene a dejar su tributo a Fabriciano. La escultura es una reafirmación de la belleza. Pero también -como en este caso-,un recordatorio y una metáfora”.
“Estas obras que van a descubrirse nos hablan de un hombre y sus sueños o dicho de otra manera, de un sueño apropiado por la comunidad. Por eso estas obras hablan también de identidad. Por eso es estancia de la metáfora”.
“Este momento profundo, lleva el signo del legado. Y viene de la mano y del talento de Santiago. Y del Poder Legislativo del Chaco que hace posible llevar a lo material y a lo peremne la guía, la brújula, el faro, de un hombre probo”.
Se descorren las telas, aparecen los 3 bustos inspirados en la imagen de la Bienal: la anciana indígena, Fabriciano y la cara compuesta, compartida, de Fabriciano con la originaria en esa limpísima metáfora de hacerse el escultor Uno con el pueblo.
Lo que acabamos de describir, es un momento especial, de los innumerables que suceden en la Bienal 2022 y que nos deja cavilando, pensando en esa frase que se escucha a cada rato:.. “Fabriciano está entre nosotros…”