La Plata: clínica de fertilidad engañaba a sus pacientes y les cobraba tratamientos que no necesitaban

Exámenes falsos, tratamientos que no eran necesarios y una estafa de un grupo de supuestos médicos que jugaban con las esperanzas de las parejas que soñaban con tener hijos.

Todo era falso: los estudios, los diagnósticos, los tratamientos y sus resultados. Era una clínica de fertilidad de La Plata que no ayudaba a sus pacientes a quedar embarazadas, sino que las estafaba confiando en que su engaño nunca sería develado. Pero una de sus víctimas fue a la Justicia y el fiscal Martín Almirón avanza con la causa por falsificación, estafa y ejercicio ilegal de la medicina.

Se trata de los propietarios de la Clínica de Fertilidad Eclos, ubicada en 8 y 41, y del Laboratorio Vitalis, de la calle 18 entre 58 y 59, identificados como Paola Rita Mabel Carabajal, Juan Pablo Pilili y Santiago Pablo Claver. 

La estafa estaba montada sobre tratamientos que serían cubiertos por obras sociales y prepagas, es por eso que los acusados confiaban en que sus víctimas al no ser quienes pagaban los costos del tratamiento, simplemente se irían hacia otra clínica creyendo que el tratamiento no había funcionado.

Sin embargo una de las mujeres, cuya identidad no fue revelada para cuidar su privacidad, decidió accionar contra los implicados. Y poco a poco fueron apareciendo más víctimas que habían sido engañadas, perdiendo tiempo con tratamientos inútiles que les generaban falsas expectativas de un embarazo que nunca llegaba.

Es así como el fiscal dio por probado que «desde fines del año 2019 hasta fines del mes de abril de 2022, en que –al menos– tres personas, en forma coordinada, cumpliendo roles asignados, mediante ardid y engaño y con la falsificación y posterior utilización de documentos, llevaron a cabo un objetivo en común».

Ese objetivo consistió «en la obtención de diferentes sumas de dinero por la realización de análisis y tratamientos de fertilización asistida que indicaban realizar sin necesidad, simulaban efectuar o no efectuaban de la forma debida, e intentaban repetir, prescribiendo y administrando medicamentos sin motivo, dando a las pacientes resultados falsos de estudios clínicos tales como espermogramas y test de embarazo para lograr su cometido».

Además «en algunos casos la atención de las pacientes se efectuó sin contar la clínica aún con habilitación ni autorización para hacerlo».