Tras ser operado, el nene de 12 años salió este martes de la clínica y advirtió que estuvo “a milímetros de perder la visión” y la vida.
«Estuve a milímetros de perder la visión, la arteria, cualquier cosa; me podrían haber matado». Joaquín tiene 12 años, pero habla como un adulto. Y asegura que se quiere ir del país, debido a la inseguridad.
Tras ser operado y permanecer seis días internado, al mediodía de este martes le dieron el alta médica. Joaquín es el chico que la semana pasada fue baleado en la cara durante un robo en Ciudad Evita (La Matanza).
«Sentí un mazazo después del disparo. Escuché un ruido en mi cabeza y un silbido. Tarareé una canción para sentir que seguía consciente». Con esas palabras, Joaquín les contó a sus padres cómo se sintió luego de ser baleado en la cara.
El nene sigue su tratamiento con antibióticos, dado que, al tener esquirlas, «el remedio las encapsula para evitar daños».
Vestido con una campera de Boca Juniors, Joaquín les agradeció «con toda el alma» a sus compañeros de escuela por todos los mensajes que recibió y le dejó un mensaje a su madre, Natalia Cardoso (44): «La amo mucho. Ahora tiene que estar tranquila. Yo voy a estar siempre con ella».
Fanático «xeneize», recibió con emoción los saludos en video que le enviaron los futbolistas Sebastián Villa, Marcos Rojo y Frank Fabra. Además, lo invitaron a ver el miércoles 17 en la Bombonera el partido contra Rosario Central.
En diálogo con Canal 13, el chico expresó su resignación por la inseguridad: «Quiero salir adelante, quiero vivir en otro país, no me gusta cómo está la situación en este país. Quiero irme del país y estar bien». Y calificó de «inesperado que te peguen el tiro por una mochila».
La mamá de Joaquín, Natalia, contó a Clarín que su hijo está «un poco cansado, porque esfuerza sus ojos y mañana tiene turno con el cirujano que lo volverá a controlar». Tiene un derrame en el ojo derecho, por eso no puede abrirlo y utiliza gotas por la sequedad.
«Joaqui quiere volver al cole para estar con sus compañeros, pero le va a costar el recuerdo. Pensar que cuando volvía le pasó eso. Cuando se sienta preparado, va a volver, si no el colegio le da la posibilidad de no volver y estudiar a distancia», dijo la mujer.
Natalia remarcó que su hijo «está shockeado» porque no sabía lo que pasaba afuera dado que no veía los noticieros. «En la clínica no lo hacíamos escuchar las noticias, solo veía fútbol o alguna película. Nos sentimos culpables porque se sorprendió al salir del hospital por la repercusión», explicó.
El nene comenzará con apoyo psicológico desde esta semana y será «un largo proceso». Sobre esta cuestión, la madre afirmó: «Hoy es el primer día que lloró. Le tengo que avisar los cambios de ánimo a la psicóloga».
Todavía Natalia no puede entender lo bien que se encuentra su hijo: «No se puede creer que la bala atravesó su rostro y no lo dañó». Aunque destacó que tiene miedo por el futuro. «Pienso en cómo va a ser de acá a una semana, si tiene que quedarse solo o con quién lo vamos a dejar», sostuvo.
«Joaqui venía con los auriculares y pensamos que los ladrones le hablaron pero él no los escuchó. Lo atacaron casi de costado desde atrás. Como él no entregó sus cosas, le dispararon», expresó Natalia.
Y agregó: «Mi hijo se pregunta cómo pueden estos dos chicos sentir tanta maldad como para dispararle, no puede entenderlo. Ya sabe la edad que tienen, él juega a la pelota con chicos de esas edad».
El ataque
Joaquín fue atacado por dos asaltantes a las 18 del miércoles pasado cuando intentaron robarle la mochila mientras iba del colegio a su casa de Ciudad Evita. Le dispararon en la cara y el proyectil atravesó su rostro. Ingresó por el pómulo derecho y salió detrás de la oreja izquierda. El viernes debió ser operado en el Hospital Italiano de San Justo.
El sábado, tres días después del ataque, los agresores fueron detenidos. Tienen 16 y 17 años. Los trasladaron a un instituto de menores de La Plata. Habían quedado filmados por una cámara de seguridad cuando atacaron a la víctima, quien recordó al declarar en la causa que «lo tocaron de atrás» mientras caminaba y que «fue todo muy rápido».
Por tratarse de menores, ahora la causa quedó en manos del fiscal penal juvenil Emilio Spatafora. Según fuentes judiciales, la «inexperiencia» de los delincuentes provocó que «disparen accidentalmente» contra el nene.
Según fuentes judiciales, la «inexperiencia» de los delincuentes provocó que «disparen accidentalmente» contra el nene.
En relación al deseo de Joaquín de quedarse en el barrio, su madre fue cautelosa: «Es un paso a paso. Decisiones que van a ir surgiendo día a día. Nos falta la parte emocional, que él pueda tener esa confianza de retomar su vida, la escuela. Él decidirá».
A la hora de recordar el dramático episodio, Natalia fue contundente: «Es literal que hoy estoy viviendo con la mitad de mi corazón. Siento ese dolor en el pecho, que se quedó ese día que él me llamó. Me va a costar, pero me voy a recuperar. Todo lo que me quede por hacer, lo voy a hacer por él».
Visiblemente emocionada, dijo: «Es el milagro vivo y por eso llegó a tantos corazones. Le dije que si a él le pasaba algo, yo me iba con él. Hoy festejamos la vida. Vamos a estar al pie del cañón para él y su recuperación».
Por último, cuestionó la falta de seguridad: «Hay que comprometernos. Yo era de las personas que no quería nunca mirar la tele. Y quizás hoy Dios nos puso en este lugar para ser más solidarios e involucrarnos porque estamos muy solos y necesitamos apoyarnos en la sociedad. Estoy apostando a eso, a involucrarme con la gente de bien».