En su elaboración participaron gremios relacionados con la comunicación, organismos oficiales, organizaciones sociales, representantes de universidades y defensorías de diversos colectivos, tanto a nivel nacional como continental, entre otros.
Con la presencia de directivos, representantes de los trabajadores y de colectivos sociales, la TV Pública presentó su primer Código de Ética discutido de manera multisectorial a lo largo de seis meses que, de acuerdo a lo establecido por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, busca establecer parámetros para una circulación inclusiva y democratizadora de la información.
En su elaboración participaron gremios relacionados con la comunicación, organismos oficiales, organizaciones sociales, representantes de universidades y defensorías de diversos colectivos, tanto a nivel nacional como continental, entre otros.
Tal como destacaron la presidenta de Radio y Televisión Argentina, Rosario Lufrano, y su directora, Cynthia Ottaviano, principal impulsora del documento, el trabajo “reconoce a las audiencias como sujetos de derecho”, a la vez que aspira a establecerse como modelo para el resto de los medios.
“Fue un trabajo minucioso. Se buscó cada palabra, cada definición, cada guía que este Código de Ética comprende para que la Televisión Pública marque el camino de una buena comunicación, democrática, respetuosa, plural, diversa, inclusiva, con lenguaje no sexista. Que no sean esta palabras escritas o parte de un lindo discurso, sino que pase a la acción”, señaló Lufrano durante su alocución.
Tras afirmar que se trataba de una “jornada histórica”, a la que definió como de “alta emoción”, la directiva remarcó que “en el mundo hay más de 200 instrumentos de estas características pero ninguno en la Argentina” hasta hoy.
“Esto no tiene solamente que ver con cumplir con la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, que lo estamos haciendo, sino que tiene que ver con un camino, con una guía que nos hemos propuesto de conducta y de comunicación”, apuntó.
Al respecto, diferenció la actual gestión a la llevada a cabo durante el anterior gobierno de Juntos por el Cambio, que, remarcó, dejó medios públicos “maltratados, invisibilizados, acallados y donde la voz era la de otros y otras porque habían decidido privatizar el mensaje”.
“Nosotros creemos en una democracia profunda y no solamente de lo formal, sino de lo real, que debe acompañar a cualquier tipo de actividad”, sentenció.
Y concluyó: “Gabriel García Márquez dijo alguna vez que la ética debía acompañar al periodismo como el zumbido del moscardón. Este Código de Ética va a acompañar a Radio y Televisión Argentina como el zumbido de un moscardón”.
Este concepto fue retomado a su turno por la secretaria de Medios y Comunicación Pública, Valeria Zapesochny, al manifestar: “Seamos molestos, molestemos bien, construyendo de cara a la gente”.
La funcionaria hizo especial hincapié en el rol de los trabajadores en el proceso de reconstrucción de los medios públicos, a quienes caracterizó como su “columna principal”.
“Es impresionante lo que producen los medios públicos y lo poco que lo ponemos en valor. Hay tanto para hacer que necesitamos de todos y todas. Necesitamos que los ciudadanos vuelvan a sentirse orgullosos de nuestros medios públicos porque llegamos adonde nadie llega. Ahí llegan con la voz de la democracia, de lo colectivo, de las audiencias y de la construcción”, subrayó.
En tanto, Ottaviano reivindicó la labor de los sindicatos, de los que resaltó que en contraposición a las estigmatizaciones de la que muchas veces fueron víctimas por parte de “agoreros”, fueron quienes “tomaron la iniciativa”.
Sin embargo, advirtió sobre la necesidad de “seguir dinamizando” para poner en práctica el Código, tal como también lo destacaron otros participantes de esta presentación.
Entre las personalidades que fueron parte de esta presentación destacaron la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; la de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Taty Almeida; y una de sus pioneras, Nora Cortiñas
Por su parte, Claudio Martínez, director ejecutivo de la TV Pública, celebró “la construcción colectiva” que posibilitó este documento al destacar que “siempre son las más complejas, pero las más sólidas, duraderas y difíciles de derribar”.
“Parece que el Código es una guía moral, pero es mucho más que eso. Es una guía práctica porque en él van a ver acciones muy concretas sobre lo que corresponde que haga una televisión pública”, añadió.
La confección de este documento, que cuenta con el respaldo de decenas de organizaciones sociales y educativas, insumió seis meses de reuniones en las que participaron especialistas de universidades del país, organismos oficiales y organizaciones sociales.
Participaron de la confección del documento la presidenta del directorio de Télam, Bernarda Llorente, y el vicepresidente de Radio y Televisión Argentina, Osvaldo Santoro
También dejaron sus aportes referentes del periodismo, el derecho, el sindicalismo, la educación, la niñez, la adolescencia, personas mayores, discapacidad, migrantes y defensores de derechos humanos de nuestro país, Brasil, Uruguay, México y Colombia, la Unesco y Naciones Unidas.
Esta amplitud permitió que las audiencias tuvieran una intervención activa, por lo que su instrumentación garantiza en los medios públicos la voz de grupos originarios, niños, niñas, adolescentes, personas con discapacidad y las diversidades sexuales, entre otros. El Código establece además diversos mecanismos para garantizar la circulación de información veraz.