Diferencias entre ambas enfermedades y la importancia de la consulta médica ante lesiones cutáneas no identificadas.
El 26 de octubre se conmemora el aniversario de la erradicación de la viruela, tras la exitosa campaña de vacunación que, en pocos años le puso fin a una de las pandemias más devastadoras de la historia en 1980, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que el «objetivo cero» había sido alcanzado, como resultado de la campaña global de vacunación que se había llevado a cabo con éxito.
En los últimos años, la aparición de la viruela del mono, también conocida como Mpox, ha generado dudas sobre su relación con la viruela humana, la enfermedad erradicada en 1980. “Ambas pertenecen a la misma familia de virus, pero la viruela del mono es zoonótica, es decir, de origen animal, específicamente de simios, mientras que la viruela humana fue una enfermedad exclusivamente humana, extremadamente contagiosa y con un alto porcentaje de mortalidad, mientras que en el caso de Mpox la mortalidad es muy baja”, comentó el Dr. Gerardo Laube Médico Infectólogo en el hospital Muñiz y profesor titular de microbiología e infectología en Fundación Barceló.
La viruela humana fue combatida a nivel mundial y su último caso se registró en la comarca de Merca, en Somalia en Octubre de 1977. Desde entonces, no se han reportado nuevos casos de viruela humana, y la vacunación fue suspendida en 1981 debido a que el riesgo de la vacuna superaba el de la enfermedad. Sin embargo, algunos miembros de las fuerzas armadas estadounidenses fueron vacunados nuevamente en 2001 ante el temor de que el virus pudiera usarse como arma biológica durante los ataques bioterroristas con ántrax, aunque ese escenario nunca se concretó.
El Dr. Laube también comenta: “Si bien en algunos laboratorios bajo estricto control en Rusia y Estados Unidos se conservan partículas del virus de la viruela humana, no se prevé su reactivación. Sin embargo, en biología nunca se puede predecir con certeza el futuro”.
El especialista finaliza diciendo “por supuesto, como siempre digo, cualquier lesión en la piel que no esté claramente identificada por parte de un individuo, siempre es conveniente realizar la consulta rápida y oportuna para que, de esa manera, se puedan establecer no solamente el diagnóstico, sino también el tratamiento, y actuar preventivamente en todo lo que significa, lógicamente, la predicción de cualquier circunstancia que sea significativa para la humanidad, en este caso el ser humano.”
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