Los altos precios de la energía resultantes de la guerra en Ucrania y otros factores podrían ayudar a desarrollar un sistema energético más sustentable, dijo hoy la Agencia Internacional de Energía (AIE) en un informe según el cual las emisiones globales de gases de efecto invernadero vinculadas a la energía deberían alcanzar su pico en 2025.
El informe analizó escenarios basados en las políticas actuales y dijo que el uso del carbón retrocederá en los próximos años, la demanda de gas natural se estancará a fines de la década y el aumento de las ventas de vehículos eléctricos hará que la necesidad de petróleo se nivele para 2035 antes de disminuir ligeramente para 2050.
Las emisiones totales gases del efecto invernadero siguen aumentando cada año, pero lentamente, agregó el informe anual 2022 de la AIE, publicado ocho días del inicio de la Conferencia Mundial sobre el Clima COP27 en Egipto.
«La crisis mundial de la energía desencadenada por la invasión rusa de Ucrania provoca cambios profundos y a largo plazo que tienen el potencial de acelerar la transición hacia un sistema energético más sustentable y seguro», dijo el director del AIE, Fatih Birol, en el informe.
Aunque hay países que buscan aumentar o diversificar su suministro de petróleo y gas –energías fósiles que emiten mucho CO2–, muchos estudian acelerar cambios estructurales hacia energías limpias, señala la agencia, filial de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La «ruptura» de Europa con el gas ruso llegó con una velocidad que «pocas personas creían posible» ni siquiera el año pasado, afirmó la agencia.
Y Rusia «no consigue» redirigir a otros países sus envíos de gas que antes iban hacia el oeste de Europa.
En ninguno de los tres escenarios estudiados por la AIE, los niveles de exportación de gas y petróleo ruso vuelven a los niveles de 2021. Incluso, en uno de ellos, su peso en el mercado mundial de estos hidrocarburos se reduce a la mitad para 2030.
Por primera vez, los tres escenarios de la AIE identifican un pico o meseta en el consumo de cada uno de los combustibles fósiles (carbón, gas, petróleo) que provocan el calentamiento del planeta, afirmó el estudio, informó la agencia de noticias AFP.
En el escenario central, que se basa en los compromisos ya anunciados por los gobiernos en materia de inversiones climáticas («Inflation Reduction Act» en Estados Unidos, «Fit for 55» y «RePowerEu» en Europa, «Transformación verde» en Japón…), las emisiones mundiales de CO2 vinculadas a la energía alcanzarían los 37.000 millones de toneladas en 2025 y después caerían a 32.000 millones en 2050.
Sin embargo, a pesar de esos esfuerzos, las temperaturas medias aumentarían en torno a 2,5 ºC para 2100, lo que está «lejos de ser suficiente para evitar consecuencias climáticas severas», dijo la AIE
La agencia subrayó una vez más la necesidad de inversiones masivas en energías limpias o bajas en carbono, como la nuclear, y la aceleración en determinados sectores, como el de las baterías eléctricas (para automóviles) o la energía fotovoltaica.
En su escenario central, estas inversiones deben superar los 2 billones de dólares en 2030, y tendrían que ascender a 4 billones de dólares para cumplir las condiciones del escenario de cero emisiones netas en 2050.
«Se necesita un mayor esfuerzo internacional para reducir la preocupante brecha que se abre entre las economías avanzadas y las de países emergentes o en desarrollo» en cuestión de inversión en energías limpias, apunta la AIE.
El fundador y director del grupo Power Shift Africa, Mohammed Adow, indicó el potencial de este continente para contribuir a este cambio de modelo energético en todo el mundo.
«Con una abundancia de viento, sol y otras energías renovables, África puede conducir al mundo por el camino de la transición y abrir la vía a la soberanía energética», dijo tras la publicación del informe.
Fuente Telam