La maestra tomó un cargo titular y debió tomarse licencia por problemas de salud. Mientras, según explicó, para completar sus ingresos comenzó a vender imágenes eróticas.
Sigue la polémica en la escuela Normal N°30 de Campana por el ingreso de Miguelina Fredes Sarasola, una maestra de primaria que vende contenido erótico.
La docente de 28 años fue presentada ante chicos de tercer grado y luego de esa jornada pidió licencia.
A raíz de ello, el padre de un alumno salió a denunciar que Fredes Sarasola solo dio algunas horas de clases durante el primer día lectivo con el solo objetivo de obtener la titularidad del curso, pedir licencia y no volver más.
Y el malestar se agravó cuando detectaron que en sus redes sociales la docenteofrecía sus fotos al desnudo y videos eróticos que comercializa en una plataforma para adultos.
«Que haga lo que quiera con su vida privada, pero si trasciende y ella la hace pública pasa a ser incompatible con la docencia. Mi hija de 8 la vio el primer día de clases y luego cuando retornó de la licencia. En total estuvo una semana. Pero en las redes publica todos los días», señaló a TN Lautaro Ríos, el hombre que alzó la voz en representación de un grupo de padres.
En las últimas horas, en declaraciones a esa mismo medio, la docente salió a dar su versión. «Me indigna porque no saben lo que hay detrás. Vengo sufriendo hostigamiento de los papás desde hace años, incluso en otra escuela. Y ahora me atacan por otro lado. Me investigan lo que hago con mi vida privada fuera del ámbito institucional», comenzó.
«Me hice cargo de la titularidad y, antes de comenzar la clase, había expuesto cuál era mi situación. Remarqué que sufría ataques de pánico, los cuales padecí durante una suplencia en la escuela anterior. Ese día no estaba bien emocionalmente, pero tenía que hacerme cargo de la titularidad para no perderla», explicó Fredes Sarasola, quien es madre de dos hijos de 4 y 11 años.
Y agregó: «Fui igual, me presenté y luego no me vieron más. Sufría agorafobia, no quería salir de mi casa, estaba mal. Por eso pedí licencia».
En mayo la maestra volvió a presentarse al frente del curso y la polémica se agudizó. «Cuando las mamás me vieron ingresar pidieron una junta con la directora, que para protegerme aplicó el artículo 114 (h) y decidió que volviera a mi casa. Me corrieron del cargo por protección», detalló.
Sin embargo, la docente cree que los cuestionamientos tienen otro origen. «Se enojaron porque un papá me compró fotos desnuda. Yo no puedo saber quién es porque no me dice el nombre de quien la compra. Sí supe que después se las pasó a otros padres y se generó un revuelo», sostuvo la profesora en Educación Primaria.
«Empecé a vender fotos y videos este mes. Lo hice por necesidad. Me frustré cuando perdí los haberes de la suplencia que tenía en el anterior colegio y no llegaba a fin de mes. Cobraba $50 mil por la titularidad y pagaba $45 mil de alquilar», relató la mujer.
Según afirmó, un grupo de amigos la alentaron a que comercialice esas imágenes. «Al principio no quería, no me salía vender. Pero bueno, ellos me influenciaron positivamente y tenían razón: en los primeros tres días de publicación gané $70 mil», dijo la entrerriana.
«Me gusta sacarme fotos, siempre lo hice. Es más, quise publicar en otra conocida plataforma, pero aún no pude validar mi identidad. Me gusta aclarar que el contenido es erótico y no porno, aunque no descarto el día de mañana grabar alguna escena explícita. Tengo esa fantasía», admitió.