Las pruebas que desmienten y complican al acusado del doble parricidio

El supuesto parricida había declarado que le habían robado unos objetos importantes para la causa, pero la aparición de ellos contradijo su versión y lo complicó.

La investigación por el doble crimen de Vicente López podría tener un nuevo revés para Martín del Río, el hijo del matrimonio asesinado y único detenido por el hecho descubierto a fines de agosto.

La aparición de dos pruebas que podrían ser consideradas claves, complicarían nuevamente la situación del procesado, que en su declaración aseguró que dichos elementos le habían sido robados.

Se trata de un juego de llaves y un control remoto que abre la cochera de la casona en la que fueron asesinados María Mercedes Alonso y José Enrique del Río.

Ambos fueron encontrados en un hueco debajo de la rueda de auxilio de la camioneta del acusado.

En aquel testimonio, el menor de los Del Río dijo que el supuesto ladrón y asesino de sus padres se había llevado tanto las llaves como el control remoto del padre y que por eso no aparecían. Sin embargo, los investigadores encontraron las pruebas, que formaron parte de la indagatoria que se le realizó ayer.

Sin embargo, cuando los fiscales le mostraron la prueba, no supo qué decir. Luego, remarcó varias veces que ese control abría otro portón que no era el de la casa de Melo 1100.

Los fiscales de Vicente López, Martín Gómez, Marcela Semería y Alejandro Musso; y del juez de Garantías 1 de San Isidro, Ricardo Costa, formaron parte de la declaración indagatoria y en los próximos días presentarán el pedido de prisión preventiva para el presunto parricida.