Guadalupe se sintió atraída por un joven que trabajaba a la vuelta de su casa y su plan de conquista se hizo viral; “Las mujeres también podemos dar el primer paso”, sostuvo.
“El corazón tiene razones que la razón desconoce”, dijo alguna vez el matemático francés Blaise Pascal. Y tal es así, que algunos por amor hacen cosas poco convencionales, pero románticas, como viajar cientos de miles de kilómetros, rastrear a ese amor de la infancia por redes sociales o dejar el Instagram en una nota — la versión moderna de las tradicionales cartas —. Aunque a algunos les gustaría que este tipo de historias tuvieran un final feliz, no siempre sucede, pero de todo, algo se aprende. Y esto le ocurrió a Guadalupe, quien se sintió atraída por un joven que trabajaba a la vuelta de su casa y decidida, dio el primer paso. Sin embargo, el desenlace no fue el que esperaba.
“Estoy por hacer algo que no sé si es de psicópata, de la mujer más empoderada del planeta Tierra o de una loca. Las tres, juntas, separadas, excluyentes, no sé”. Con esas palabras comenzó una historia que tuvo más de dos millones de reproducciones en TikTok. Su protagonista es Guadalupe Sol, quien tiene 26 años, es de Coronel Suárez, pero vive en Bahía Blanca. “Están arreglando unos tubos en mi barrio y hay uno de los chicos que maneja la máquina de tierra que me gusta”, explicó así, simple y sencillo.
“El corazón tiene razones que la razón desconoce”, dijo alguna vez el matemático francés Blaise Pascal. Y tal es así, que algunos por amor hacen cosas poco convencionales, pero románticas, como viajar cientos de miles de kilómetros, rastrear a ese amor de la infancia por redes sociales o dejar el Instagram en una nota — la versión moderna de las tradicionales cartas —. Aunque a algunos les gustaría que este tipo de historias tuvieran un final feliz, no siempre sucede, pero de todo, algo se aprende. Y esto le ocurrió a Guadalupe, quien se sintió atraída por un joven que trabajaba a la vuelta de su casa y decidida, dio el primer paso. Sin embargo, el desenlace no fue el que esperaba.
“Estoy por hacer algo que no sé si es de psicópata, de la mujer más empoderada del planeta Tierra o de una loca. Las tres, juntas, separadas, excluyentes, no sé”. Con esas palabras comenzó una historia que tuvo más de dos millones de reproducciones en TikTok. Su protagonista es Guadalupe Sol, quien tiene 26 años, es de Coronel Suárez, pero vive en Bahía Blanca. “Están arreglando unos tubos en mi barrio y hay uno de los chicos que maneja la máquina de tierra que me gusta”, explicó así, simple y sencillo.
A través de sus redes sociales @guadasol1, la joven hizo partícipes a sus seguidores de su dilema y de cómo iba a hacer para acercarse a alguien que ni siquiera conocía. “Pensé en lo que cualquier persona razonable no haría”, expuso en un clip. ¿Qué decidió? Dejarle una nota. “¿Qué es lo peor que me puede pasar? ¿No gustarle? Subo videos a TikTok, ya está, de ahí para arriba. Prefiero quedarme rechazada que con las ganas, así somos las reinas, libres y empoderadas cuando queremos algo”, sostuvo.
La historia tuvo lugar el 14 de abril. La obra en construcción cerca de su casa y, más precisamente, el maquinista le llamaron ampliamente la atención y decidió tomar cartas en el asunto. “El viernes, cuando pase, me quedé pensando, y dije: ¿Qué hace uno en estas situaciones donde te gusta alguien y no lo vas a volver a ver? Dije bueno, le dejo la notita, si total ya está, si no le gusto, no le gusto — que no tiene nada de malo — y si le gusto buenísimo y no lo pensé más”, dijo Guadalupe.
La estudiante de Derecho grabó el momento en el que salía de su casa para dar el gran paso. Vestida con ropa deportiva para “disimular” y gafas de sol, caminó un par de cuadras, con todo el mapa perfectamente armado en la cabeza, mientras repetía el discurso y se aferraba a ese papelito con todas sus fuerzas y energías. “La notita decía algo así como: ‘Hola, soy Guada. Espero no te parezca de mandada, pero me pareciste lindo y me dieron ganas de dejarte mi Instagram’. Cuando fui a dejársela estaba trabajando arriba de la máquina, así que se la di a un compañero y seguí caminando”, relató a este medio.
La respuesta más esperada
La historia rápidamente se viralizó en las redes e incluso los usuarios comenzaron a darle consejos y a pedir una “parte dos”. Ella la hizo y aseguró que tenía “buenas y malas noticias”. Contó que alrededor de las dos o tres horas, el chico en cuestión la empezó a seguir y ella, para “hacerse la difícil”, le devolvió el follow a los 20 minutos, pero tuvo que “esperar para el chisme” porque tenía la cuenta privada.
“Yo no mande nada, ¿cuánto más querés que me arrastre? No te voy a mandar el primer mensaje, un poco a mi ego tengo que trabajarlo”, reflexionó y finalmente contó que recibió una notificación. “El mensaje decía: ‘Hola Guada, ¿Cómo va? Me llego tu carta’, con un emoji. Le contesté: ‘Hola jaja veo’ y un emoji. Pero acá arranca la parte mala. Yo le contesté a los 10 minutos y él muy pronto también me clava visto. A la media hora paso a una cuadra de donde estaban las máquinas y no había nadie, osea que ya no estaba laburando”.
Esa noche Guadalupe tuvo una cena con sus amigas, y chisme va, comentario viene, se dio cuenta de que el maquinista la dejó de seguir y que la sacó a ella de sus seguidores. Esto, como suele suceder en estos casos, la llevó a analizar la situación y ver las posibilidades, o era muy ansioso, le mandó el mensaje y se arrepintió; o tenía “anillo de casado”; o también quizás ella debió haberle respondido de manera más eufórica y seguirle la conversación.
Por otra parte, en diálogo aseguró que muchos le decían que quizás vio el video y que por eso borró el comentario. Sin embargo, ella explicó que todo sucedió el viernes y subió el contenido a las redes recién el sábado, por lo que no era posible. Asimismo, Guadalupe contó que otro de los comentarios recurrentes era cómo iba a pasar caminando por ahí después de lo que sucedió, pero ella, segura y con la frente en alto, precisó