María Luisa es la coordinadora de un comedor popular en Villa Dominico, provincia de Buenos Aires, y notó la diferencia que se produjo en dos años de mandato.
María Luisa, la encargada de un comedor de Villa Domínico, partido de Avellaneda, le había escrito una carta a Mauricio Macri cuando era Presidente y hoy en día tuvo palabras para el actual titular del Ejecutivo nacional, Alberto Fernández.
«Señor Presidente, llego a usted como alguna vez quise llegar al ex presidente Sr. Macri, a sus seis meses de mandato, pidiéndole por favor vieran lo que estaban haciendo sus medidas en lugares como éstos. Nunca contestó», expresó María Luisa al leer su mensaje.
«Hoy, a sus dos años (de mandato) y pandemia de por medio, debo decirle que nunca nos faltó alimentos para cocinar y darle a las familias. Siempre pudimos contar con personas predispuestas a ayudarnos. Supimos cuánto pagaríamos de un mes a otro los servicios, recibí mi medicación gratis en la que se me iba a la mitad de mi jubilación», reveló.
«Tuvimos días que pensábanos no llegar por la demanda de la gente, pero al tener continuidad en las entregas nos organizamos y pudimos ayudar a ollas populares y a otros comedores que recién empezaban. Una gran diferencia», aseguró la mujer.
«Es muy difícil tener a todos satisfechos y en armonía. Somos humanos con libre albedrío, sólo hay que pedir paz para el corazón que tiene dolor, porque el rencor trae más dolor», señaló María Luisa, quien tiene 30 años de experiencia en el comedor comunitario.
«Yo pido, señor Presidente, que Dios lo ilumine y guíe para que en estos dos años pueda mostrar lo que realmente quería que pasara», agregó. Pese al contexto de pandemia, María Luisa subrayó la diferencia entre un mandato y otro.
«Nosotros desde aquí notamos la diferencia con la otra realidad, en la que también murió gente, del corazón y de tristeza por no poder hacer nada. Hoy pedimos consuelo, y que cure ese dolor que nadie quiere pasar, que miremos por los que vienen atrás»
«Con una mano en el corazón, pensar en este antes y después, y que seguro no ha sido perfecto, porque es una familia numerosa y, como tal, hay parientes que no se juntan. Hagamos un esfuerzo, pongamos luz y amor. No es fácil la tarea, y menos cuando los que critican no son mejores», convino.
En diálogo con C5N, María Luisa aseguró que «no alcanza» el dinero en la mayoría de los hogares del barrio, pero concedió que si bien «no podemos comer asado todos los meses, hay un montón de cosas que cambiaron».
«Vos ves la intención. Uno se da cuenta de que alguien piensa en el otro», aseguró en referencia a las decisiones políticas tomadas desde 2019.
«Lo que pasa acá es que la gente bajó 10 o 15 familias porque consiguieron changas, ya no vienen a buscar la vianda. Eso es tan maravilloso que comen en su casa lo que quieren y lo que pueden. Ese es el cambio que nosotros queríamos ver», confirmó.
El comedor funciona hace 30 años y hoy en día abastece a unas 200 familias, unas 700 personas o personas en situación de calle que no tienen allegados que puedan auxiliarles.