La doctora en Historia e investigadora, María Silvia Leoni se refiere a “Los Municipios y la política en los territorios nacionales. El caso del Chaco (1884-1946)”. Publicado en la Revista Escuela de Historia, vol. 1, núm. 3, 2004, Universidad Nacional de Salta Argentina, la egresada de la Universidad Nacional del Nordeste describe los diferentes intentos y solicitudes de provincialización elevadas separadamente por distintos municipios. A su vez, destaca el rol de cada uno de ellos para llegar a ese 8 de agosto de 1951.
Entre sus conclusiones, asegura que a partir de 1934, comenzaron a ingresar en el Congreso Nacional las solicitudes de provincialización elevadas separadamente por distintos municipios, como General Pinedo, Resistencia, Sáenz Peña y Villa Ángela, las cuales fueron cada vez más perentorias y asiduas. Así, en 1935, la municipalidad de Resistencia envió una nota al Presidente de la Comisión de Negocios Constitucionales de la Cámara de Diputados, en la cual afirmaba que dicho gobierno municipal, «se ha expresado en repetidas ocasiones favorable a la provincialización» al igual que las demás municipalidades del territorio. Aceptaba que, si ello no era posible, se reformara la ley 1532 para aumentar las facultades y la autonomía de los gobiernos municipales17.
“La necesidad de superar el aislamiento para aunar esfuerzos, condujo a que los municipios de los territorios crearan instancias de acción orgánica, tanto a escala nacional como territorial, que dieron características particulares a la década de 1930. Los Congresos de Municipios de los Territorios Nacionales fueron nuevos ámbitos de discusión de las problemáticas políticas, de uniformación de las voluntades, de inserción en el espacio público nacional y de presión ante el gobierno nacional. Un antecedente lo encontramos en la Conferencia de delegados de municipios, comisiones de fomento y sociedades rurales de los Territorios, organizada en 1922 por la Sociedad Rural de Río Negro y Neuquén para luchar por la representación parlamentaria”, pondera Leoni.
Algunas conclusiones
Estas con sus conclusiones descriptas en s informe:
“Los municipios territorianos fueron considerados los núcleos germinales de las «provincias en embrión». A diferencia de lo que ocurrió con los municipios de las provincias, no se planteó en ellos la dicotomía administración/política, ya que se los consideró escuela para la formación de los ciudadanos e indicadores de la capacidad cívica de los territorianos. Su importancia también puede medirse por los constantes -y muchas veces infructuosos- esfuerzos de los gobiernos territorianos por intervenir en la vida municipal. Tal situación explica que la creación de las comunas electivas chaqueñas fuera muy a la zaga del desarrollo urbano del Chaco.
Los escasos gobiernos municipales existentes, en su carácter de únicos representantes del pueblo chaqueño, ensancharon su campo de acción e intervinieron en áreas que iban más allá de las inherentes a sus atribuciones. Bajo el predominio del socialismo, encabezaron los reclamos, cada vez más contundentes, por la ampliación de los derechos políticos de los territorianos, e inclusive, fueron los más categóricos defensores de la provincialización en la década de 1930.
A través de nuevas instancias de participación política -conferencias, congresos, organismos-, se unificaron reclamos y propuestas relativos a la vida política territoriana. De esta manera, los concejos municipales se proyectaron en espacios más amplios y organizados, adoptando una modalidad que sería característica de esta etapa. También coordinaron sus reclamos con los provenientes de la prensa y las asociaciones territorianas (en realidad, representaban los tres ámbitos a un mismo sector social), aunque reservándose un lugar privilegiado.
Si bien no alcanzaron sus más ambiciosos objetivos, se articularon las acciones de las municipalidades, al romperse el aislamiento existente; se consiguió ocupar el espacio público nacional con la problemática territoriana y se obtuvo repercusión en el Congreso. El municipio de Resistencia logró colocarse a la cabeza de este movimiento en el marco del Chaco y otorgar proyección territorial a sus dirigentes, perfilados como candidatos naturales para gobernar la futura provincia. La llegada del Peronsimo modificaría este cuadro”.