Luna Giardina recibió un disparo y fue atacada junto a su madre, Mariel Zamudio. El agresor sería su expareja y padre de su hijo, quien fue detenido acusado de secuestrar al menor de cinco años luego de matar a las mujeres.
Tras la conmoción por el asesinato de las mujeres y el secuestro del pequeño, la detención del principal acusado y la aparición con vida del menor trajeron algo de alivio. Pero la investigación recién comienza para dar Justicia para las víctimas.
Luna Giardina fue atacada este sábado por la mañana en su casa de la localidad de Villa Serrana. También fue asesinada Mariel Zamudio, su madre, y luego fue secuestrado su hijo, P. R.
Horas después del doble femicidio que conmociona a Córdoba y al país, salieron a la luz una serie de posteos escalofriantes y premonitorios de Luna Giardina, una de las víctimas, que reflejan el terror que vivía a causa de su expareja y presunto asesino, Pablo Laurta.
Los posteos de Luna, que se viralizaron rápidamente, dibujan una cronología de su angustia. En febrero del año pasado, había compartido una frase contundente: «Todos los psicópatas son asesinos».

La sensación de peligro se intensificó en los días previos al crimen. Hace apenas cinco días, escribió: «Por tu propia salud mental, toma las señales confusas de las personas como un rotundo no». Un día después, compartió una foto con su hijo bajo la leyenda: «Las madres no tienen plan B».
Su última publicación, la noche anterior a ser asesinada de un disparo en la cabeza, es la más estremecedora por el contraste. Celebraba un logro académico: «Vamos bien. ¡Qué lindo es llorar de felicidad! Lo que es para uno, siempre termina llegando. Gracias a Dios». Doce horas después, fue asesinada junto a su madre, Mariel Zamudio.

Ya había escapado de su asesino y realizado denuncias
Luna tenía un historial de violencia extrema sobre los hombros. Hace tres años, había logrado escapar de Uruguay y refugiarse en Córdoba con su hijo después de denunciar a Laurta por haber intentado ahorcarla.
En esa denuncia, la joven relató un calvario de abusos físicos y psicológicos: «Desde que comenzamos la relación, me manipula y me obliga a hacer cosas que no quiero… No me dejaba trabajar, tener redes sociales ni teléfono. Cuando estaba embarazada me pegaba cachetadas que decía que ‘no eran golpes’ porque no eran fuertes».
El terror de Luna se alimentaba de la actividad de Laurta en redes, donde se vinculaba a grupos antifeministas como «Varones Unidos» y justificaba la violencia machista. «Lo que más miedo me da», declaró Luna en su denuncia, «es que hace pocas horas publicó en Twitter una noticia de un hombre que mató a su exesposa y comentó: ‘Lo sorprendente es que esos desenlaces no sean todavía más comunes’».