A 42 años de la proclamación de la denuncia contra las injusticias impartidas durante la última dictadura cívico militar, el Partido Justicialista en su sede de Chaco, rindió homenaje a quien fuera uno de sus máximos exponentes y referentes en la defensa de la reivindicación de la identidad y la libertad.
Este jueves 16 se conmemoró los 42 años de la denuncia ante Comisión Interamericana de Derechos Humanos por la violación hacia los derechos humanos durante la última dictadura cívico militar en Argentina acompañada con la firma del entonces presidente del PJ, Deolindo Bittel. Por tal motivo se realizó, en el edificio de la sede del PJ Chaco, un conversatorio y acto homenaje hacia la figura de Bittel, quien fue un activo defensor de la Democracia y por sus partidarios peronistas. Los presentes lo rememoraron como un gran conductor, ávido luchador por los derechos civiles y pilar de la ideología peronista.
El evento, que estuvo organizado por el Partido Justicialista Chaco, la Fundación Partido Justicialista, el Instituto de Capacitación Política Juan Domingo Perón y la Fundación Deolindo Felipe Bittel, contó con la coordinación del doctor Julio Sotelo, parlamentario del Mercosur por la Argentina, y tuvo entre sus oradores principales a Eduardo Barcesat, abogado constitucionalista; Nora Salas de Bittel, esposa De Bittel y presidenta de la Fundación Deolindo Felipe Bittel; Germán Bittel, hijo de Bittel; Maria Julia Morresi, ex presa política y Jorge Belzor Miño, ex preso político.
Al comenzar la presentación, Barcesat realizó un recorrido histórico por lo que representó la dictadura, uno de los hechos más aberrantes en la historia de nuestro país y destacó el accionar del ex gobernador del Chaco, teniendo en cuenta que por entonces no era común contar con numerosas entidades defensoras de los derechos humanos, exceptuando a la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, entre otras. Además remarcó su figura como miembro firmante del aquel pionero documento de alerta y denuncia, subrayando que aquel texto fue entregado en persona por él mismo, luego de la detención de su titular, María Estela Martínez de Perón, quien ejerció, hasta su derrocamiento, el cargo de presidenta constitucional. “En ese momento no había muchas entidades destinadas a atender los derechos humanos, la Liga de Derechos Humanos venia de años anteriores y lo de Bittel lo tomamos como un acto de suma solidaridad”, expresó.
“Fue un hombre de gran valor. Hoy todavía hay nostálgicos que quieren negar el número de víctimas, y digo, no sabemos el número exacto, pero el documento del Acta Número 2 que lleva la firma de Videla sostiene que en Argentina, había 30 mil subversivos y simpatizantes y para mí, ese es el número y es algo que no se puede negar”, agregó.
A su turno, Nora Salas de Bittel, con profunda emoción recordó a quien fue su gran compañero y enalteció su labor en pos de una democracia justa y limpia. “Él siempre dijo que con todo lo que pasaba, pese al peligro, siempre tuvo más vergüenza que miedo y por eso firmó la declaración de los derechos humanos”.
“El periodo de la dictadura fue un momento difícil donde no pudimos reclamar nada, algo hoy en democracia lo podemos hacer”, resaltó. En este sentido apuntó a la necesidad de hacer partícipes a los jóvenes de los procesos políticos actuales, a fin de lograr una sociedad igualitaria y colectiva, donde los esquemas democráticos se centren en la cooperación mutua
El hijo del referente justicialista, German Bittel, rememoró a su padre y reafirmó una vez su gran orgulloso por su lucha y su ejemplo como ser humano, tanto como figura paterna como política. “El Justicialista fue el único partido que tuvo que el coraje de hacer esta denuncia frente a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”, aseguró.
“Papá decía, y lo tomo porque yo también creo que todos tenemos miedo por nuestro destino y nuestras familias, pero también que el sentido de la responsabilidad puede superar ese miedo, cuando uno tiene un ideal lucha por verlo cristalizado”, mencionó.
María Julia Morresi, ex presa política durante la dictadura, por su parte al hacer uso de la palabra sostuvo: “A partir de este informe se comenzó a resquebrajar la dictadura, el único partido que se puso esta lucha a la cabeza fue el partido dirigido por Bittel. Resistimos los presos así como el pueblo resistió y por eso estamos acá para recordar a este gran dirigente peronista”.
En su alocución, Jorge Belzor Miño, con gran ahincó subrayó: “Bittel es uno de los dirigentes más importantes del siglo XX . Fue el mejor discípulo de Perón y le fue bien, llegó a lograr la representatividad de las masas, tuvo representatividad comunal. Bittel a todos les daba rayos de esperanza, estuvo preso con otros compañeros y aun así no se rindió. Conoció el sufrimiento de la cárcel, la dimensión del encierro y ni eso lo pudo hacer tropezar”.
Finalizando la jornada, el parlamentario doctor Julio Sotelo en su rol de coordinar agradeció a todos los participantes, tanto presenciales como vía conferencia virtual.