Luego de un año y medio, el Cementerio Municipal abrió sus puertas para honrar a los fieles difuntos

En una jornada tan especial como lo fue el Día de los Fieles Difuntos y luego de más de un año y medio de estar cerrado por la pandemia, el Cementerio Municipal “San Francisco Solano” abrió las puertas a todos los vecinos y vecinas que necesitaban visitar a sus seres queridos fallecidos, que descansan en el predio situado entre las avenidas Hernandarias y Marconi.

Para ello, Resistencia llevó a cabo un amplio despliegue de agentes comunales que regularon el tránsito y el estacionamiento de vehículos en las inmediaciones del establecimiento donde estaba prevista una misa conmemorativa de la fecha tanto por la mañana como por la tarde. Con anticipación, el Municipio trabajó arduamente para dejar en óptimas condiciones la infraestructura e instalaciones del lugar que recibió a cientos de familias.

El subsecretario de Tránsito, Matías Breard, destacó el accionar de trabajadores pertenecientes a las áreas de Transporte, Tránsito, Guardia Comunitaria y del mismo Cementerio que guiaron a los visitantes a ingresar por la avenida Hernandarias y a salir por la avenida Marconi. Además, coordinaron los estacionamientos de vehículos con personas con discapacidad sobre la avenida Hernandarias y al mismo tiempo dispusieron los lugares para los taxis y remises sobre avenida Marconi. 

También previnieron que las motocicletas no estacionen sobre la vereda, siempre contando con el apoyo de personal policial.

Por su parte, la jefa del departamento administrativo del Cementerio, Susana Ford, agradeció a la gestión de Gustavo que proporciona los recursos humanos y materiales para la limpieza permanente del predio que atiende a la comunidad de lunes a domingos, de 6 a 13 y de 13:30 a 18:30 horas, con teléfono de consulta 4458255.

JORNADA MUY SENTIDA

Sobre la importancia de la jornada, el párroco Walter Aquino, de la parroquia San José Obrero, expresó el agradecimiento “por esta posibilidad de volver a este lugar tan significativo para nuestra fe como es el cementerio, donde descansan los restos de nuestros seres queridos, nuestros fieles difuntos”. 

También valoró el esfuerzo de los trabajadores municipales para el cuidado del Cementerio. “Espero que sea siempre así, que sea constante porque este lugar para nuestro sentido de fe es importante. Después de tanto tiempo de esta pandemia, donde muchas familias de nuestras parroquias han perdido a seres queridos por esta enfermedad, poder volver al cementerio es un signo de esperanza. Estábamos esperando este momento. Es una ayuda más al pueblo de Dios”, concluyó.

Al lugar acudió Graciela Monzón a recordar a su padre y a su hija. “Está muy limpio. Veo el cambio en la limpieza y los movimientos de la gente de la municipalidad para mantenerlo así”, sostuvo al igual que Mirta Ruiz, quien instó a estar “siempre amparados en la fe” mientras honraba la memoria de varios familiares.