El actual senador del PRO afirmó que la provincia tiene “una justicia muy amañada, un mecanismo de obra pública siniestro y jubilaciones miserables”
El senador nacional Luis Juez (Frente-PRO) afirmó que Córdoba “se convirtió en una provincia con muy poca calidad democrática”, por lo que reafirmó su aspiración a ser gobernador en 2027, para “tratar de cambiar la historia”.
Juez sostuvo que Córdoba lleva “muchos años con la misma estructura política gobernando, con una justicia muy amañada, con un mecanismo de obra pública muy siniestro, y con jubilaciones miserables”.
“Si Dios me da salud, con una buena herramienta política y a mí me toca liderarla, intentaré por cuarta vez cambiar de Gobierno, y si hay otro candidato mejor posicionado lo acompañaré con toda la energía”, manifestó el diálogo con el programa “Sin corbata” que se emite por Splendid AM 990.
Explicó que Córdoba tenía “una de las mejores educaciones públicas de la Argentina, y hoy está con un salario docente miserable, y las jubilaciones docentes más bajas del país”.
“Hace 40 años que intento dar esa pelea y no me ha ido bien, he perdido tres veces. Una vez me robaron y la última estuve a 50 000 votos de ser gobernador, en una provincia en la que “muchas veces tenés que mirar para saber si no estás en Formosa”, señaló.
Juez, quien fue intendente de la ciudad de Córdoba entre 2003 y 2007, aseveró que su Gobierno “no fue maravilloso, pero los que me sucedieron hasta la fecha fueron un espanto. Los que vinieron se robaron todo”, enfatizó.
En ese marco destacó que la ciudad de Córdoba “acaba de emitir títulos por 70.000 millones de pesos, con un altísimo nivel de endeudamiento, mientras el transporte no funciona, y el otro día cayeron cuatro gotas y se inundó la mitad de la ciudad”.
Juez destacó que “hay millones de argentinos haciendo un terrible esfuerzo y tiene que valer la pena”, y aludiendo a las recientes elecciones del 26 de octubre dijo que “la gente le dio un espaldarazo a (Javier) Milei, pero ahora le va a exigir que las respuestas lleguen”.
“Hay un montón de reformas estructurales y hay que darlas sin que nadie se ofenda”, y a modo de ejemplo mencionó que “el 70% de empleo ‘en negro’ es porque nadie quiere blanquear a sus trabajadores”.
