Macabros detalles de cómo hallaron el cadáver de Elizabeth, la enfermera que apareció muerta en un galpón de su casa

Elizabeth Di Legge, de 47 años, era buscada intensamente luego de haber desaparecido de manera misteriosa, el viernes pasado, en la zona oeste del Gran Buenos Aires. Su marido permanece arrestado, ya que se cree que la víctima habría sido asesinada, aunque no se descartan otras hipótesis, como por ejemplo que haya sido inducida a quitarse la vida.

Se conocieron detalles con respecto al hallazgo del cadáver de la enfermera Elizabeth Di Legge, de 47 años, quien había desaparecido en forma misteriosa el viernes pasado y que, de manera enigmática, hoy fue encontrada muerta, dentro de un galpón, en su propia vivienda y con una sonda colocada en uno de los brazos. El caso ocurrió en el oeste del conurbano bonaerense y por el momento se arrestó preventivamente al concubino de la víctima, para establecer si este episodio es un nuevo femicidio o bien una incentivación al suicidio.

Los voceros judiciales revelaron que Silvio, la pareja de la mujer, se rehusó a que los pesquisas ingresaran a un galpón, situado en el mismo inmueble, que había sido marcado por un animal rastreador perteneciente a la División Canes de la Policía Científica, la cual había sido convocada por el fiscal Matías Alejandro Folino, encargado, hasta ese momento, del expediente.

De acuerdo a lo manifestado por los informantes, el cadáver estaba sentado en un viejo sillón con tapizado negro y con la cabeza cubierta por una campera roja. La occisa se encontraba vestida con un pantalón negro, un calzado de este mismo color y, lo más llamativo, fue que el cuerpo tenía colocada una sonda, con una jeringa, en uno de los brazos. El mencionado galpón era utilizado por la familia de la enfermera para guardar objetos que aparentemente estarían ya en desuso, como por ejemplo un equipo de pesas. A simple vista, la fallecida no presentaba lesiones.

Folino dispuso esta requisa en la finca en la que vivía la enfermera, ubicada en el cruce de José León Larré y Coronel Conde, a una cuadra de la ruta provincial 21, en la localidad de González Catán, y ahora su colega, el doctor Federico Germán Medone, les encomendó a los peritos la profundización de las diligencias ya que se intenta determinar si la enfermera murió por un acto de femicidio o en otras circunstancias. El galpón en el que apareció la fallecida habría sido usado, años atrás, para la venta de muebles y de cuadros usados.

Silvio se desempeña como enfermero en el Hospital Policial Bartolomé Churruca, en el barrio porteño de Parque de los Patricios, y Elizabeth también era enfermera en ese mismo centro asistencial. El hombre narró públicamente que salió de su vivienda en la mañana del viernes pasado para asistir a su trabajo y que su mujer tendría que haber ingresado al nosocomio en horas del mediodía del mismo día.

Al respecto, en su testimonio, el enfermero, a su vez, agregó que, al regresar a su casa en la noche del mismo viernes, encontró una nota, presuntamente redactada por su esposa y en la que Elizabeth le señalaba que ya había salido rumbo al trabajo, en dicho nocomio. El individuo sostuvo que, al carecer de noticias de su pareja, decidió formular una denuncia ante la Justicia en la jornada del 30 de julio, abriéndose un sumario caratulado “Averiguación de paradero”. Silvio reconoció que, en la noche del 28 de julio, había discutido con su compañera.

Además otro dato sugestivo es que la pareja habitada en esa casa junto a tres hijos, pero tanto los chicos como el hombre dijeron que desconocían completamente la presencia del cadáver de Elizabeth dentro del galpón.

Preventivamente, la causa penal fue caratulada “Homicidio agravado por el vínculo”.