«Agarré a Menem mirando el bretel de mi corpiño que apenas se asomaba», contó la cantante en su diario íntimo que recientemente fue publicado en español.
En las últimas horas se conocieron detalles de la visita de Madonna a la Argentina durante la década de los 90 a partir de la publicación en español de su diario íntimo, donde reveló intimidades de su encuentro con el por entonces presidente Carlos Menem.
La reina del pop estuvo en el país cuando protagonizó «Evita», la película de Alan Parker. «Anoche soñé con Evita. No era que yo la veía. Yo era ella. Sentía su tristeza y su determinación», detalla un extracto del escrito llamado «The Evita Diaries», que fue publicado hace muchos años por Vanity Fair en inglés y que ahora llega en versión en español.
En esta nueva publicación se conocieron detalles sobre los encuentros de la cantante con historiadores para conocer a fondo la historia de Eva Duarte, pero se quejó de varias cosas: del acoso de los fans en la calle y en el hotel, de la producción de la película y de los peronistas que supuestamente se oponían a que se haga una película sobre su líder.
El encuentro de Madonna con Carlos Menem
En su diario, Madonna contó detalles de su encuentro por el entonces presidente Carlos Menem, que fueron traducidos por Valentín Etchegaray. «Fue encantador. Me sorprendió lo bien que me cayó», reveló.
«Nuestro helicóptero aterrizó en las tierras de un hermoso terreno en el medio del delta del Tigre. Había cientos de flamencos dispersos por nuestro camino. Mientras caminaba hacia el presidente (bajito, desafiante, bronceado), un ciervo bebé se me acercó y me acarició como diciendo ‘No estés nerviosa, sos bienvenida acá'», recordó la cantante en ese entonces.
La estrella calificó el momento como «un cuento de hadas», y detalló: «Estaba rodeado de unos hombres de aspecto sospechoso y una mujer mayor, hermosa y formal que fue nuestra traductora. Nos sentamos inmediatamente. Sus ojos estaban analizando cada centímetro de mí, mirando a través de mí. Un hombre muy seductor. Noté que tiene pies chiquitos y que se tiñe el pelo de negro. Me dijo que me veo tal como Evita, a quien él había conocido cuando era bastante joven».
«Hablamos sobre mi fanatismo por ella y mi afán de conocer absolutamente todo. No me sacaba los ojos de encima. Los mosquitos comenzaron a devorarnos, así que fuimos adentro. El dueño de la casa amablemente nos trajo champagne y caviar y no me pude resistir. Decidí tocarle a Menem algunas de las canciones de la película para que pueda entender el tono que estamos queriendo lograr», recordó.
«Cuando le toqué la nueva canción, la que Eva le canta a Perón cuando se da cuenta de que se está muriendo, vi cómo caía una lágrima de su ojo. Noté que dos hombres lo seguían a donde fuera, satisfaciendo cualquier necesidad. Parecen estar completamente enamorados de él. Tenían peinados bastante feos y me miraban con sospecha. Agarré a Menem mirando el bretel de mi corpiño que apenas se asomaba. Continuó haciendo esto toda la noche con su mirada perforante, y cada vez que lo atrapaba, sus ojos se quedaban con los míos», agregó.
«A las 11, todos corrimos al helicóptero, que nos esperaba como un insecto gigante. El presidente tomó mi cara con las dos manos, me besó en ambos cachetes y me deseó buena suerte. Volamos y me sentí flotar dentro de la cabina todo el camino a casa. Su magia había hecho efecto en mí. Solo espero que la mía haya hecho lo mismo», concluyó.