Las causas del crimen que conmocionó a la localidad de Monte Quemado están siendo investigadas por la Justicia. Mientras, hay tres personas que están internadas en estado crítico por las heridas.
En un episodio que conmocionó a la localidad de Monte Quemado, al norte de Santiago del Estero, un efectivo de la policía provincial, identificado como Nicolás Ábalos irrumpió en la casa de su expareja y desató un ataque que dejó dos víctimas fatales y tres heridos graves. Luego, el agresor se quitó la vida.
El hecho ocurrió en la medianoche del viernes 20 de diciembre , en una vivienda ubicada en la intersección de Víctor Chequer y Sacha Rúpaj.
Los heridos tuvieron que ser trasladados nuevamente a otro centro de mayor complejidad debido a las heridas de arma de fuego, algunas graves
Lorena, que recibió un disparo en la cara, se encuentra en una situación delicada pero estable. La bala le atravesó el maxilar y salió por su oreja, lo que provocó lesiones severas en la cara. La mujer fue intervenida en dos ocasiones en el Centro Integral de Salud (CIS) de La Banda, donde los médicos continúan observando su evolución.
La recuperación de Lorena será larga y complicada, tanto en el aspecto físico como emocional. La mujer enfrenta el dolor de perder a su hija, mientras lidia con las secuelas de las heridas. Los médicos destacan que, además de las cirugías, necesitará un acompañamiento psicológico para afrontar el hecho traumático.
Víctor Navarro, el exsuegro de Ábalos, también sufrió graves heridas. Recibió un disparo en la panza que requirió intervención quirúrgica. Afortunadamente, la operación fue exitosa, y está estable.
Sin embargo, la recuperación de Víctor será lenta y los médicos continúan vigilando de cerca su evolución. Señalaron que está fuera de peligro, pero que las secuelas físicas del disparo podrían acompañarlo durante un largo proceso de rehabilitación.
Por su parte, el hijo de Lorena, quien logró escapar de la masacre, fue el sobreviviente que menos lesiones tuvo. El nene quedó herido en ambas piernas debido a las esquirlas de las balas que llegó a disparar su papá, pero su estado de salud es estable y no corre peligro.
Actualmente, el chico se encuentra en un centro pediátrico en la capital provincial, y los médicos esperan darle el alta en las próximas horas. A pesar de su pronta recuperación física, se prevé que también necesite apoyo psicológico para superar el trauma de haber presenciado la muerte de su hermana, su abuela y el intento de asesinato de su madre.
La masacre en Santiago del Estero
El viernes pasado, Nicolás Ábalos habría seguido a su expareja, quien minutos antes había pasado por su casa a buscar a Bianca, la hija de un año que tenían en común. Con la menor aún en brazos, el hombre irrumpió en la vivienda y efectuó múltiples disparos.
Las víctimas fatales fueron la pequeña Bianca y Divina Cuellar, quien murió en el lugar. Lorena, su padre Víctor y Bautista, el hijo de 9 años de la pareja, resultaron heridos de gravedad y fueron trasladados al hospital local. La bebé ingresó sin vida al centro médico.
Tras el ataque, el policía se disparó debajo del mentón con su arma reglamentaria y murió en el lugar.