Al menos diez personas murieron en un ataque armado en Guayaquil, la principal ciudad portuaria y centro económico de Ecuador que se encuentra bajo estado de emergencia ante el aumento de la violencia del narcotráfico. Otras dos personas resultaron heridas, informaron autoridades.
El ataque ocurrió el sábado a la noche en un taller mecánico en un barrio del sudoeste de Guayaquil.
En la madrugada de este domingo, testigos dijeron que se podían ver cadáveres tendidos en la vereda, en medio de charcos de sangre. Alrededor, varias personas lloraban y se abrazaban mientras la policía acordonaba la zona, reportó AFP.
El episodio se suma a la matanza de 9 personas ocurrida el 11 de abril por 30 hombres armados en un puerto de pescadores artesanales en la provincia de Esmeraldas, en la frontera con Colombia.
Cómo fue la matanza de 10 personas en Guayaquil
La Fiscalía General de Ecuador dijo este domingo en Twitter que “abrió -de oficio- una investigación” en torno a la matanza. Según EFE, en el lugar se secuestraron un arma de fuego (tipo fusil) y otras de 9 milímetros
“Se realizan operativos de ubicación de los presuntos causantes del ataque, sin que existan personas detenidas”, apuntó la Fiscalía.
“Hubo una balacera (en un local) donde estaban libando (bebiendo) varias personas, llegaron motorizados y acabaron con la vida de los que estaban aquí”, comentó a la AFP un testigo que prefirió no ser identificado. Al parecer las víctimas estaban mirando un partido de fútbol.
La mañana del domingo, en el lugar ya no quedarán policías ni militares. Solo una cinta amarilla rasgada que colgaba de una puerta daba cuenta del cordón policial desplegado por la matanza.
La violencia se apodera de Guayaquil: rige el estado de excepción
Guayaquil se encuentra desde el 1 de abril en estado de excepción, un mecanismo que permite movilizar militares a las calles e implantar toques de queda.
Ubicada en el suroeste de Ecuador, Guayaquil es una de las ciudades más golpeadas por el narcotráfico y la violencia que asolan al país. Para combatir la criminalidad interna, el gobierno del presidente Guillermo Lasso declaró terroristas a los grupos criminales, lo que permite a las Fuerzas Armadas patrullar las calles junto a la policía.
Ecuador, convertido en un escenario de combate de bandas criminales, ha visto crecer las incautaciones de droga a la par de las muertes violentas en calles y cárceles.
Los enfrentamientos entre reclusos dejaron más de 420 presos muertos desde 2021, mientras que, fuera de las penitenciarías, la tasa de asesinatos casi se duplicó entre ese año y 2022, pasando de 14 a 25 por cada 100.000 habitantes, según autoridades.
Entre enero y el 1 de abril, solamente en las ciudades de Guayaquil, Durán y Samborondón se registraron 555 homicidios.