El asesinato de Carlos Argüelles, imputado arrepentido en una causa contra el jefe narco Esteban Lindor Alvarado, inauguró una sangrienta seguidilla. Carlos del Frade habló y contó cómo vive en medio de amenazas mafiosas.
“Fue tremendo lo que sentí cuando me enteré. Me preocupé por primera vez con mucha seriedad. Lo primero que me salió fue abrazar a mis hijas”.
Carlos del Frade es periodista y diputado provincial. Lleva una década investigando a las mafias narco de Rosario y publicó varios libros sobre el tema. En diálogo, cuenta que se sintió “frágil como nunca” al recibir la noticia del asesinato de Carlos Héctor Argüelles, imputado arrepentido en una causa narco que se sigue contra su ex jefe Esteban Lindor Alvarado, considerado uno de los dueños de la venta de drogas en la ciudad.
“Este hombre me venía diciendo que lo iban a matar, que lo iban a matar, que lo iban a matar. Y lo mataron”, revela quien también es precandidato a diputado nacional por el Frente Social y Popular. “Mataron al tipo que me dijo que el próximo iba a ser yo”, agrega. Y aclara que no pedirá custodia: “Soy legislador. Estoy en una situación de privilegio”.
El 20 de marzo del año pasado, Del Frade recibió a algunas personas que habían integrado el grupo criminal liderado por Alvarado -principal rival de Ariel Máximo “Guille” Cantero, líder de Los Monos- y que sufrieron ataques luego de desvincularse de su organización. Uno de ellos era Argüelles. “Vos estás vivo de milagro”, cuenta que le dijo entonces.
El mecánico iba a declarar en una de las causas que podría llevar a juicio oral al líder narco, pero este lunes fue atacado a balazos frente a su esposa y sus hijos en su taller en Garay al 3500: recibió dos disparos en la cabeza y uno en el glúteo derecho y llegó en grave estado al Hospital de Emergencias “Clemente Alvarez” (HECA), donde murió poco después. La Policía detuvo a cuatro sospechosos: Maximiliano Morel, Lautaro Arena, Aldana Peral y Rodrigo Varela.
Meses atrás, Argüelles contó que habían intentado asesinarlo en tres ocasiones. La última había sido el 28 de enero de este año, cuando circulaba en una Ford Ecosport en el barrio Triángulo. Según su relato, un auto color gris y una moto que aparentemente oficiaba como apoyo de los atacantes se le pusieron a la par y le dispararon varias veces, aunque sin dar en el blanco.
Su crimen fue el primero de una seguidilla de seis en menos de un día Rosario. Damián Rodríguez (23 años), Matías Serrano (29), Federico Rampello (25) y Elías Salinas (22) fueron asesinados con menos de 20 horas de diferencia. A ellos se les sumó la muerte de Luis Torrén (hermano de Miguel Ángel, futbolista de Argentinos Juniors), quien había sido baleado el 25 de agosto. Además, un nene de 4 años fue herido en sus brazos tras un ataque a tiros en una casa. Permanece internado en el Hospital de Niños Zona Norte.
“Son perejiles. Con poder, pero perejiles al fin”, remarca Del Frade sobre los autores materiales de los crímenes. Y concluye: “Los inversores están lejos y no sabemos quiénes son, pero no hay que perder de vista eso: esta gente está vinculada al narcomenudeo. Nada que ver con Pablo Escobar y todo lo que vimos en las ficciones sobre el tema. Son pandillas barriales con mucho poder de fuego, que tienen la intencionalidad política de meter zozobra a los gobiernos municipales y provinciales, y se abusan de los nichos de corrupción policial”.
“Son cuestiones (los asesinatos) diferentes entre sí y responden a narcos distintos. Se juntaron en el tiempo y a días de las elecciones, pero no forman parte de lo mismo”, señalaron a este medio fuentes del Organismo de Investigaciones-Policía Judicial, que integra el Ministerio Público de la Acusación, dependiente de la Fiscalía General de Santa Fe.
Según el secretario de Seguridad provincial, Germán Montenegro, la ola de crímenes de las últimas horas forma parte de “un pase de facturas” entre las bandas vinculadas al narcotráfico. En diálogo con LT8 Rosario, precisó: “Estamos trabajando en la prevención de estos hechos, pero algo muy difícil de lograr por el tipo de actividad criminal”.