Es el único herido de la represión durante el partido de Gimnasia-Boca que sigue internado y su estado es complejo. Aseguró que un policía le disparó a un metro de distancia.
La represión policial durante el partido de Gimnasia y Boca en La Plata tuvo el saldo fatal de un hincha local que perdió la vida en medio de las dramáticas escenas que se vivieron adentro y afuera del estadio del «Lobo».
Sin embargo, no fue la única situación desagradable que tuvieron que vivir los fanáticos, muchos de los cuales todavía padecen las secuelas del cuestionable accionar de los encargados del operativo.
Uno de ellos es Rodrigo Arballo, un hincha del «Tripero» que es el único herido de la fatídica noche platense que sigue internado a raíz de una compleja herida en el ojo, cuya consecuencia más grave podría ser la perdida de la vista.
“Tengo un transporte escolar y me arruinaron la vida. No voy a poder volver a manejar”, indicó el hombre a la prensa local, claramente angustiado por la situación.
A pesar de lo complicado que resulta revivir la situación traumática, Arballo tomó valor para recordar lo ocurrido durante la jornada que podría significar un antes y un después en su vida, tanto para él cómo para el resto de su familia.
Según contó, llegó 20 minutos antes del comienzo del encuentro, confiado en poder ingresar a ver el partido sin problemas, cómo solía hacer cada jornada que iba a ver a Gimnasia, pero a diferencia de otras ocasiones, esta vez las puertas estaban cerradas.
«Llegué 20 minutos antes del partido y las puertas ya estaban cerradas, algo que nunca se había visto. Estaba contra la valla con mi ticket en la mano y empezaron a empujarme. Cuando me doy vuelta para ver qué pasaba recibí el disparo en la cara», rememoró.
Además, recordó que el drama para él no termino ahí, y que incluso no fue el único que la pasó mal, debido a que su pareja también fue brutalmente agredida por la Policía. «El policía estaba a un metro. Después de eso me pegaron un piedrazo en la cara y me desmayé. Mi señora tiene nueve balazos en la espalda”.
“Me explotó el ojo y no sé si podré volver a ver», agregó la víctima, que pudo ser socorrido por su hermana, que lo encontró inconsciente y lo llevó como pudo al hospital. “Me arrastró hasta el auto que estaba a unas 15 cuadras y me llevó al hospital San Martín, en donde no quisieron atenderme. Después de eso me llevó al Rossi en donde me dejaron internado”, contó Arballo.
Al mismo tiempo, el hincha del Lobo fue tajante al asegurar que todo estaba planificado de antemano. “La Policía ya sabía lo que iba a hacer. Estaba todo planeado. Fui a ver muchos partidos, con más gente que la que había contra Boca y nunca había pasado algo así. Para mí hubo algo armado”, explicó.