«Cuando le dije que me estaba dejando pelada, la peluquera me pidió que no le hable que se estaba volviendo loca. Quería que me vaya y no me dejaba mandarle mensajes a mi mamá», contó la víctima. En tanto, su madre aseguró: «Nos dijo que cambió el agua oxigenada y que era un problema de la fábrica».