En un barrio de Guaymallén, los residentes quedaron sorprendidos al ver mosquitos de color rojo, resultado de los ensayos en curso.
En Mendoza se está implementando una novedosa técnica para combatir al mosquito Aedes aegypti, conocido por transmitir el dengue. Esta estrategia, denominada técnica del insecto estéril, ya ha sido utilizada para controlar la mosca de la fruta y ahora se está probando con mosquitos. En un barrio de Guaymallén, los residentes quedaron sorprendidos al ver mosquitos de color rojo, resultado de los ensayos en curso.
La técnica consiste en criar y liberar mosquitos machos estériles en el ambiente. Estos, al aparearse con hembras silvestres, no producirán descendencia, interrumpiendo así el ciclo de vida del mosquito. Aunque aún falta demostrar la eficacia completa de esta técnica, se trata de una estrategia en evaluación que también ha sido estudiada en países como Estados Unidos, Brasil y México. Sin embargo, todavía no se ha implementado de manera masiva.
El proyecto está a cargo del Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria de Mendoza (ISCAMEN), que también ha utilizado esta técnica para controlar la plaga de la mosca del Mediterráneo, perjudicial para la producción de frutas y hortalizas.
El primer ensayo de liberación se realizó en el barrio de Bermejo, Guaymallén. Según fuentes del ISCAMEN, esta experiencia es parte de una serie de pruebas que, una vez concluidas, permitirán informar sobre sus resultados y alcance.
En colaboración con el Ministerio de Salud y la Municipalidad de Guaymallén, se ha dado un paso inicial al liberar 10.000 mosquitos machos estériles, pigmentados para su identificación, en un punto central de la ciudad. Estos machos estériles compiten con los machos fértiles por el apareamiento, y los huevos resultantes de estas uniones no logran desarrollarse en larvas, lo que reduce la población de mosquitos.
Es importante destacar que solo se liberan mosquitos machos, que no pican ni representan un riesgo para las personas. Antes de ser liberados, estos insectos son evaluados en laboratorio para asegurar que no afecten el equilibrio del ecosistema.
Este tipo de iniciativas también se están llevando a cabo en otros países. En 2019, ISCAMEN firmó un convenio con la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), uniéndose a otros 19 países en el desarrollo de esta técnica.
En Florida, Estados Unidos, la técnica fue probada en la Isla Captiva entre 2020 y 2022, con liberaciones de hasta 400.000 machos estériles por semana. Los resultados mostraron una reducción significativa de la población de mosquitos en el primer año y una supresión completa en los años siguientes. Lamentablemente, el huracán Ian en 2022 devastó la zona, poniendo fin al proyecto piloto.