Método Gayoso: la diferencia de Romero en los penales de Boca entre 2023 y 2024

Tras el alejamiento por temas personales del entrenador de arqueros del plantel, Chiquito no pudo ser clave en ninguna de las dos tandas que disputó el Xeneize, ambas con derrota. Ante Cruzeiro, no adivinó un solo palo.

Boca quedó eliminado en los octavos de final de la Copa Sudamericana por medio de su arma más confiable: la tanda de penales. Mientras que en 2023 había atravesado cada mano a mano de la Libertadores a través de esta vía, este año le trajo más tristezas que alegrías. Y uno de los principales responsables de aquella fortaleza del Xeneize, que hoy pareciera haberse convertido en una debilidad, era Fernando Gayoso, quien realizaba un trabajo exhaustivo de estudio junto a Sergio Romero.

El entrenador de arqueros fue de vital importancia durante el breve ciclo de Jorge Almirón el calendario pasado. Ya lo había demostrado cuando ayudaba a Agustín Rossi, quien se transformó en una verdadera muralla desde los 12 pasos y hasta recibió el respaldo de la hinchada boquense cuando entró en conflicto con la dirigencia encabezada por Juan Román Riquelme por la renovación de su contrato. Pero con el actual entrenador de Colo-Colo en el banco de los suplentes, el equipo de la Ribera se volvió número puesto en la pena máxima, más allá de que su juego no era el más vistoso.

El camino a la final de la Libertadores 2023 tuvo a Chiquito como protagonista excluyente. El ex-Manchester United atajó, como mínimo, un remate en cada serie que enfrentó el Xeneize, ante Nacional -octavos-, Racing -cuartos- y Palmeiras, por la semifinal. Contra la Academia, la única intención que no pudo adivinar fue la de Juan Fernando Quintero, pero desvió el tiro de Gonzalo Piovi, que hasta ese momento era un especialista en la materia, y el de Leonardo Sigali.

«En el penal de Sigali, sabíamos que tenía tendencia de patear a la derecha. Pero nuestra decisión era quedarnos parados. Cuando llegó y lo veo, dije: no lo va a patear al medio. Decidí ir a donde él se sentía fuerte. Si yo me quedaba parado, nos íbamos a mirar los tres y preguntarnos: ¿Para qué cambiamos si la tendencia iba a la derecha? Cuando lo atajé, vino Gayoso y me dijo: ‘menos mal que te tiraste a la derecha'», comentó el misionero sobre aquella serie, en la que se amalgamó la intuición del golero con el detallado trabajo previo de Gayoso, quien también se encargaba de armar «machetes» para el golero.

Pero el panorama cambió a principios de año, momento en el que el profesor debió alejarse del raid diario del plantel profesional a causa de un problema personal, que tiempo más tarde dio a conocer públicamente. “Hace un tiempito me tuve que hacer unos estudios y me salió que estoy transitando una enfermedad, que hoy por hoy no me deja estar en campo porque la verdad que no me siento como para estarlo”, reveló en una entrevista con Mario Cordo, para después confirmar que padecía Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA).

Quedó en evidencia que Sergio Romero sintió las esquirlas de su salida, a pesar de que, ahora, ese trabajo lo desempeña Patricio Ciavarella, entrenador de arqueros del cuerpo técnico de Diego Martínez. En la serie contra Estudiantes de La Plata, por la semifinal de la pasada Copa de la Liga, únicamente sacó el penal ejecutado en los pies del colombiano Edwuin Cetré. Luego acertó los de Eros Mancuso y Guido Carrillo, pero le faltó poco para anularlos.

Sin embargo, en el duelo del último jueves en Belo Horizonte no pudo adivinar ninguno de los remates y su merma en la materia, sumado a la falta de efectividad de Miguel Merentiel, derivaron en la temprana eliminación. De todas formas, Chiquito podría tener revancha en la Copa Argentina, donde aún se mantiene con vida.