Fue durante el partido entre el combinado de Buenos Aires y el de Chaco en Pinto, provincia de Santiago del Estero. El árbitro cobró un polémico penal a favor del equipo porteño. Un jugador le pegó y el resto del equipo se peleó con la policía.
La batalla campal se desató durante el partido entre el combinado de Buenos Aires y el de Chaco. Mientras jugaban, el árbitro cobró un polémico penal a favor del equipo porteño. Pero ahí no inició el conflicto. Los golpes comenzaron cuando el que pateó el penal logró convertirlo.
Todo pasó hoy a la mañana durante el transcurso del Mundialito de Potreros que se celebra en Pinto, provincia de Santiago del Estero.
Un jugador chaqueño que se encontraba detrás del árbitro aprovechó para pegarle una trompada en la cabeza que terminó por desmayar al árbitro, que cayó al suelo. El violento también le metió una patada cuando el réferi se encontraba indefenso.
La Policía intervino para frenar el conflicto, pero todos los futbolistas chaqueños se agruparon y comenzaron a enfrentar a los uniformados.
En los incidentes intervinieron agentes de la Comisaría Comunitaria 17 y la Departamental 14, quienes lograron controlar la situación y trasladar al árbitro hacia el hospital local.