El joven seguía internado en terapia intensiva en el Hospital Escuela, había experimentado una leve mejoría de sus heridas de bala, pero en los últimos días lo invadió un virus intrahospitalario que complicó su cuadro.
A tres semanas de ocurrida la sangrienta balacera en el barrio Santa Teresita, la Policía y la familia confirmaron ayer la muerte de Nahuel «Cachorro» Rodríguez (30), transformando la causa en un doble homicidio y en el que todos los integrante de una familia de apellido Alarcón están involucrados y prófugos desde la madrugada del 21 de enero pasado. Los otros tres baleados se recuperan lentamente y con algunas dificultades, de las lesiones provocadas por los disparos recibidos. Irónicamente, la muerte de la segunda víctima no sucedió por el balazo que presentaba en el pecho, sino más bien por un virus intrahospitalario que contrajo en la última semana y que complicó su cuadro general.
Nahuel Rodríguez estaba internado en el área de terapia intensiva. Según indicaron fuentes cercanas a la familia del muchacho, su cuadro médico en referencia a las heridas provocadas por el disparo de arma de fuego en el pecho, iban lento pero en franca recuperación, hasta que «se pescó un virus», contaron allegados.
La madrugada del 21 de enero, alrededor de las 5 de la madrugada, Rodríguez fue baleado junto con Guadalupe Ayelén Dabrio, otros tres jóvenes identificados como Víctor Romero y Federico González; pero los atacantes habían ido a buscar a otro muchacho que componía ese mismo grupo, Lucas «Hamster» Romero, a quien primero balearon y luego remataron de al menos nueve tiros, mientras yacía agonizando en el piso. El ataque provocó una estampida masiva de jóvenes, ya que junto a los heridos había al menos una docena de chicos departiendo, escuchando música y tomando.