El ex delantero italiano de 59 años luchó contra un cáncer de colon. Fue una de las máxima figuras de la Copa del Mundo que se disputó en su país hace 34 años
Salvatore Toto Schillaci, recordado por sus memorables actuaciones en el Mundial de Italia 90, falleció a los 59 años y el mundo futbolero lo llora. Hace más de una semana, el ex delantero fue hospitalizado en estado grave en medio de su lucha contra un cáncer de colon.
Aunque había superado la enfermedad hace un año, la misma había regresado de forma agresiva, lo que lo dejó en un estado crítico que derivó en su muerte.
Nacido en Palermo el 1 de diciembre de 1964, Salvatore Schillaci comenzó su carrera profesional en el club de su ciudad natal, el Palermo. Durante su periodo con los rosanero, jugó principalmente en la Serie C1, marcando 11 goles en 77 apariciones. En 1986, se trasladó al Messina, donde comenzó a hacerse notar a nivel nacional gracias a sus actuaciones y dotes goleadoras. En la Serie B, anotó 32 goles en 104 partidos, atrayendo la atención de grandes clubes.
DOLOR Y DESPEDIDA
Uno de los primeros clubes en reaccionar frente a su partida fue el Inter de Milán, institución en la que Salvatore vistió sus colores tras el impacto de sus goles en la Copa del Mundo. «Hizo soñar a toda una nación durante las Noches Mágicas de Italia ‘90. El FC Internazionale Milano expresa sus condolencias a la familia Schillaci por el fallecimiento de Totó», expresaron los Neroazzurros en sus redes sociales.
Los goles de Schillaci en el Mundial de 1990 quedaron marcados a fuego para toda una generación de italianos que soñaron con levantar el máximo trofeo del fútbol en su tierra. El atacante inició su camino en el seleccionado en aquel torneo como suplente de Andrea Carnevale, pero ya en su primera aparición en el duelo por la fase de grupos ante Austria fue determinante: a los cuatro minutos de su ingreso, cabeceó un centro de Gianluca Vialli para anotar el primero de sus seis conquistas. También convirtió en los duelos ante la desaparecida Checoslovaquia, Uruguay, Irlanda y en la dramática semifinal frente a la Argentina de Diego Maradona. En dicha instancia fue donde las esperanzas del pueblo italiano se desvanecieron en los penales gracias a Sergio Goycochea.