La defensa de Nahir Galarza, la joven condenada a prisión perpetua por el asesinato de Fernando Pastorizzo en 2017, solicitó ante la Justicia de Entre Ríos que le permitan tener un teléfono móvil y acceder a redes sociales durante su detención en la Unidad Penal N°6 de Paraná.
El pedido fue presentado el 1° de septiembre ante el Juzgado de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Gualeguaychú, a cargo de la jueza Elena Margarita Vicari, por el flamante abogado de la interna, Augusto Lafferriere. El defensor fundamentó la solicitud destacando la conducta de Galarza en la cárcel: desde su ingreso, ha completado más de 15 cursos y actualmente cursa la carrera terciaria en Psicología Social, respetando todas las normas del régimen penitenciario.
Intervención del Ministerio Público Fiscal
Tras la presentación, el juzgado ordenó la intervención del Ministerio Público Fiscal (MPF), que tendrá 24 horas para expedirse sobre la solicitud de la interna de acceder a un teléfono móvil con conexión a internet y redes sociales.
La última vez que Galarza utilizó plataformas digitales fue en septiembre de 2019, cuando compartió fotos desde su celda en Facebook usando un celular compartido entre internas. Aquellas publicaciones, que incluyeron la frase “Cumpliendo la maldita condena”, generaron un gran impacto mediático y provocaron la incautación del dispositivo y una sanción de aislamiento que finalmente se redujo a cinco días tras sus disculpas. Desde entonces, Galarza no volvió a tener presencia en redes sociales.
Nueva estrategia de defensa
Desde mediados de agosto, la joven cuenta con un nuevo abogado, quien ya ha comenzado a delinear una estrategia renovada para mejorar sus condiciones de detención. Entre las alternativas que evalúa Lafferriere figuran solicitudes de beneficios penitenciarios, y en el futuro, cuando se cumpla la mitad de la condena en 2031, podría pedir salidas transitorias con fines familiares o sociolaborales. También mencionó la posibilidad de presentar un pedido de indulto al gobernador, aunque advirtió que sería difícil que prospere en el corto plazo.
La solicitud de celular y acceso a redes marca un nuevo capítulo en la vida judicial y penitenciaria de Galarza, mientras su defensa busca que su permanencia en prisión sea más llevadera y pueda continuar con sus estudios y actividades dentro del sistema penitenciario.