Narcos en la 1-11-14: Dumbo sigue activo pese a la millonaria recompensa que hay para encontrarlo

Pese a la recompensa de 5 millones de pesos que ofreció el Gobierno, el jefe narco de Villa Lugano regresó al barrio del Bajo Flores para desplazar a un nuevo grupo que avanzaba sobre el territorio de los hermanos “Marcos” y “Pity” Estrada González.

Raúl Martín Maylli Rivera, alias “Dumbo”, está prófugo hace ocho meses. En todo ese tiempo, logró mantenerse al frente del negocio narco en Villa Lugano y recuperar territorio en la Villa 1-11-14 del Bajo Flores, al aliarse con los hermanos Marco y Fernando Estrada González, tras una serie de traiciones y ajustes de cuentas entre bandas del narcotráfico.

Durante la pandemia, la “empresa” que montó “Marcos” junto a su hermano mayor, más conocido como ”Pity”, corrió peligro por primera vez en más de dos décadas cuando otro grupo intentó arrebatarle el dominio absoluto.

Ante la amenaza, los capos que son llamados “los antiguos”, debieron intervenir directamente y convocar a quién fuera su ladero y que luego se convirtió, también durante el aislamiento estricto, en rival y principal competidor: “Dumbo”, por quién el Gobierno ofreció una recompensa de 5 millones de pesos.

Raúl Martín Maylli Rivera en la puerta de uno de los edificios de Padre Mujica. (Foto: TN.com.ar).

A la nueva alianza, que nació para correr a “Pantro” (Johnny Ray Arnao Quispe), un viejo “chaleco” (custodio) de la banda, ya se les adjudica un homicidio y casos de violencia en el interior del asentamiento.

En estas circunstancias, fueron vistos en los pasillos del barrio del Bajo Flores, personas que integran la primera línea de los históricos capos, que no pisaban hacía mucho tiempo el territorio.

Fuentes del caso indicaron a TN que las visitas inesperadas están ligadas a la nueva toma de posición de “Marcos” y “pity”, en la que Dumbo, esta vez, fue ungido en el rol de jefe.

Por qué se aliaron Dumbo, “Marco” y “Pity”

La principal razón que unió a los tres narcos radica en la pérdida de poder dentro del territorio que dominaban. En el caso de Marco, provocado por encierro (está preso desde 2016); la distancia (en el caso de “Pity”, prófugo desde 2010, se refugia en Perú) y la clandestinidad de Dumbo, que escapó en mayo de 2020, cuando su control sobre el Barrio Bermejo y Mugica (Piedra Buena de Villa Lugano) salió a la luz por la denuncia de vecinos, aquejados por los tiroteos descontrolados.

Marco “Marcos” Estrada González está preso desde 2016 junto a su esposa y principales jefes

Fernando “Pity” Estrada González, hermano mayor de “Marcos”, está prófugo desde 2010

Raúl Martín Maylli Rivera está prófugo desde mayo de 2020

El pedido de captura de Dumbo y la recompensa siguen vigentes

Pese a que hay una recompensa de 5 millones de pesos vigente por datos del paradero de Maylli Rivera -que llegó a liderar su propia facción tras ser encargado de turno de los Estrada González- el narco esquivó cada intento de captura de la Policía Federal, la Bonaerense y de la Ciudad, hasta la fecha.

No corrieron la misma suerte sus principales cómplices que cayeron uno por uno en manos de la División Sur de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la PFA que, tras la salida de Inés Martínez, comanda Mariano Giufra.

El líder de la banda de Lugano fue despojado de sus principales subalternos pero no tuvo demasiados inconvenientes en retornar ante el llamado de “los antiguos”: es respetado y su nombre tiene peso. Había escalado posiciones por línea sanguínea en esa estructura y, al abrir su propio punto de venta en el barrio vecino, ganó reconocimiento. Más aún en su calidad de buscado.

Guerra narco entre los hermanos Estrada González por el control de la 1-11-14 y una traición

En un pasado cercano, los hermanos se disputaron el poder sin miramientos. Una breve guerra que provocó divisiones y, por lo tanto, que los debilitó a ambos.

En ese contexto, en diciembre de 2020, Robert Wilmer De La Cruz, más conocido como “Mascarita”, recibió siete tiros. El mensaje del ataque sobre el cuerpo del brazo armado de la banda de Marcos habría sido enviado por su propio hermano. Pity, en ese momento, le disputaba la hegemonía de la villa al jefe máximo.

Esa pelea dejó esquirlas, no solo en el hombre de confianza que el capo peruano había dejado a cargo por su estadía en prisión, sino también en la dinámica de la organización.

Ante la división de los hermanos, otros se animaron a entrar en la pelea y otro miembro de la banda, Johnny Ray Arnao Quispe, alias “Pantro”, entró en la pelea para llegar a la cima. Herido, “Mascarita” se unió al nuevo líder y a Dante Eduardo “Popeye” Vacarezza Alpiri, otro exMarcos.

La granada encontrada en la 1-11-14. (Foto: Gendarmería).

El primer homicidio de la nueva alianza y la granada de “Mascarita” que encendió las alarmas de Marcos y Pity

No les fue bien. Los “antiguos” se unieron con Dumbo y planearon, según los investigadores, su primer homicidio: el de Enrique Elazar Córdoba, alias “Picnic”, que respondía al nuevo grupo. Ocurrió en octubre de 2021. En el ataque, dos adolescentes resultaron heridas.

Uno de los sicarios, alias “Guachín” y señalado como el sobrino de Dumbo, fue atrapado en el barrio Mugica (dentro del asentamiento Piedra Buena). El segundo detenido, conocido como “Chico Malo”, es integrante de la banda de los antiguos.

En la nueva toma de posición de Marcos y Pity, sus soldados se apropiaron de viviendas vinculadas a personas que respondían a Pantro. Entre los afectados, están los padres de “Mascarita”, que fueron echados de la villa.

La respuesta no tardó en llegar: una granada de mano apareció en noviembre de 2020 en la zona del “Puesto San Juan”, uno de los cuatro puntos de venta históricos de la organización que se caracteriza por envolver la droga con bolsitas de supermercado y distinguir su calidad con la “A” de alto y la “B” de bajo.

Aunque una versión apunta hacia un mensaje para dar un susto a un miembro de la banda, la aparición del explosivo es señal de que la guerra por el territorio no termina.

La detención de “Pantro” y un millonario negocio narco en la Villa 1-11-14

En septiembre, Pantro -que había sido elegido por Marcos para dirigir las ventas de forma presencial- fue detenido en allanamientos ordenados por el juez Ariel Lijo, con la intervención del fiscal Eduardo Taino, la Procunar, a cargo de Diego Iglesias, y de la Ufeide, que conduce Cecilia Amil Martín.

Gran parte del problema, para los históricos narcos, así fue resuelto. Pero todavía necesitan mano firme sobre las siete hectáreas que dominan: se rumorea que Marcos está cada vez más cerca de la salida, aunque desde prisión continúe manejando los hilos del negocio, tal como denunció la Procunar en septiembre pasado.

En juego están los millones de pesos que gana la organización por día con la venta de droga.