Aquejada por deudas de antaño y recientes, con poco margen para hacer frente a los costos operativos, la Comisión Directiva intenta regenerar el vínculo con la comunidad para sustentar la anhelada recuperación. «Con el aporte del Estado municipal y provincial pudimos hacer algunas obras, pero queremos dejar una huella en el club», aseguró el presidente Osvaldo Nardoni.
El presidente de Don Orione, Osvaldo Nardoni, describió la compleja situación que atraviesa el club, aquejado por las deudas que viene arrastrando desde la intervención y con dificultadas para afrontar los costos operativos. Así, instó a la comunidad a vincularse y trabajar de manera mancomunada en una recuperación que le devuelva a la institución el rol vital que supo tener para la ciudad portuaria: «El primer problema que tiene nuestro club es que viene de ser intervenido aunque gracias a Dios pudimos conformar la asamblea y elegir la comisión directiva, de la cual soy presidente», comentó en declaraciones a Radio Provincia.
Esta situación, contó, decantó en la generación de deudas importantes con la AFIP, la ATP, con los entes municipales, con Sameep y Secheep; «básicamente todo lo que tiene que ver con impuestos y servicios», describió. El presidente marcó que si bien el club ha mostrado un crecimiento reciente en su masa societaria, además de haber tenido algunas mejoras desde el punto de vista deportivo; «las deudas no se pueden sanear con el aporte de los socios» y por lo tanto la situación se torna extremadamente complicada.
Cuesta arriba
El total de lo adeudado por la institución, por todo concepto, después de hacer frente a algunas obligaciones en virtud de un acuerdo realizado con UTEDyC y un convenio que está por cerrarse con AFIP, ronda los 3 millones de pesos. En tanto, los ingresos mensuales se componen por un aporte de Lotería Chaqueña, que ronda los 100.000 pesos, más lo que ingresa por las cuotas de los socios. Con esto, debe hacerse cargo de los costos operativos que se encuentran en el orden de los 500.000 pesos mensuales. «La económica es la parte más crítica que tiene el club, pero afortunadamente trabajamos con la intendencia y la Provincia en la ejecución de algunas obras que son fundamentales para poder desarrollarnos», aseguró Nardoni.
En lo que hace a la infraestructura, el club tiene dificultades en algunos aspectos, pero está creciendo en otros. «Hoy en día estamos haciendo nuevos todos los vestuarios del basquet, el playón de afuera (con luces led y sus baños respectivos), arreglamos la pileta de natación; todas estas intervenciones fueron gracias al Municipio y a la Provincia, sin lo cual no hubiesen sido posibles», consideró el presidente. Por lo demás, se intenta mejorar el predio con una cancha de césped artificial y mejorar el estadio de fútbol con las torres de iluminación que son largamente anheladas por los hinchas y directivos de la institución.
Trabajo constante
La vuelta del público a la cancha también reabre la posibilidad de generar algunos ingresos extra. «Buscamos que los comerciantes de Barranqueras vena la ventaja que significa que el nombre de su empresa esté presente junto al club, pero además que la gente que va retornando al estadio pueda ver las mejoras que logramos hacer en estos últimos meses, no sólo en lo que hace a la infraestructura sino también en la parte administrativa, con una nueva oficina para responder a las necesidades de los socios», dijo.
De cara al 2022, Nardoni consideró que «como hombre de fe, creo que vamos a poder sacar adelante este club, pero vamos a necesitar la ayuda de la comunidad y el Estado (Municipal y Provincial): tenemos que empujar todos para adelante para que el club crezca, más allá de quién esté al frente». «La idea es dejar una huella como Comisión Directiva y para eso vamos a continuar trabajando por esta institución que tiene una historia muy vinculada con la comunidad, estamos seguros que vamos a tener una institución acorde a la grandeza de nuestra institución», cerró.