Debía la recaudación de la semana. La policía desconfió de su relato y al final el chofer confesó todo.
Un taxista que manejaba un Renault Logan denunció el miércoles por la tarde que un pasajero le dio un culatazo en la cabeza y le robó 300 mil pesos y su celular en Neuquén. La historia comenzó a hacer agua cuando fue indagado por las fuerzas de seguridad.
Según el relato del chofer, un hombre había subido al auto en el pasaje en calle Conquistadores del Desierto e Imog en la capital neuquina.
El tachero denunció que el pasajero sacó un arma de fuego, le dio un culatazo en la cabeza y le sustrajo 300 mil pesos y un celular Samsung A 20. Luego se bajó del taxi y huyó a pie por dicha barriada ubicada en la zona de la meseta neuquina.
El Comando Operativo Policial (COP) se dio intervención a la Comisaría 20, en donde le tomaron testimonio. Los investigadores de Delitos arribaron junto con Criminalística al lugar del hecho ubicado en calle Arroz y Yerba Mate en Colonia Nueva Esperanza.
La historia y los datos brindados por el taxista comenzaron a hacer agua. La cantidad de dinero de la recaudación y la zona no parecían corresponder con el típico robo a taxistas. Se ordenó el relevamiento de cámaras de seguridad y distintas tareas investigativas.
El titular del taxi se aportó nuevos datos que generaron más sospechas sobre la historia del conductor. El hombre contó que vehículo contaba con botón antipánico y cámara de seguridad. Además, agregó que desde el fin de semana el joven no le había rendido la recaudación.
Mientras el personal de Criminalística revisaba el auto en busca de rastros del autor del robo, el taxista se acercó y le dijo «no busque más, es todo mentira».
El taxista contó que había sido todo un montaje que había realizado él debido que atravesaba un compleja situación familiar que lo habían llevado a utilizar el dinero de la recaudación y como no sabía cómo explicarle al propietario del auto había fingido el robo.
De esta forma, personal de Delitos dio por concluida la investigación y se levantó el operativo en medio de un constante pedido de disculpas del tachero que tendrá que resolver algunas cuestiones con su patrón.