El histórico Club San Fernando de Resistencia fue víctima de dos robos en menos de 48 horas, lo que generó una fuerte preocupación en la dirigencia y en la comunidad deportiva. Los hechos ocurrieron entre el domingo a la madrugada y la noche del lunes, dejando a la institución sin elementos indispensables para competir en el torneo de básquet.
El primer episodio tuvo lugar el domingo alrededor de las 2.30, cuando desconocidos forzaron una cerradura para ingresar a la utilería. Allí se llevaron las consolas que controlan los relojes de juego y una tablet destinada a registrar estadísticas de los partidos. “Esos comandos no le sirven a nadie, son específicos para estos relojes que solo tenemos nosotros. Sin ellos no podemos jugar y reponerlos demandará al menos un mes o mes y medio, con un costo elevado para el club”, explicó Gustavo Tolosa, presidente de la subcomisión de básquet.
A pesar de que el club reforzó las medidas de seguridad tras este ataque, durante la noche del lunes, en medio de la lluvia, los delincuentes regresaron y lograron sustraer dos juegos completos de camisetas. En su accionar rompieron una cámara de seguridad y cortaron cables, aunque otra cámara logró registrarlos parcialmente: solo se alcanza a ver a una persona con campera negra, sin poder identificarla con claridad.
Ante esta seguidilla de hechos, la dirigencia de San Fernando entregó fotos de la indumentaria robada a la Policía y reclamó respuestas para frenar la inseguridad que golpea a la institución. “Estos robos no solo nos afectan económicamente, sino que comprometen directamente el funcionamiento deportivo del club”, lamentaron desde la comisión directiva.
La situación mantiene en vilo a jugadores, entrenadores y familias, que esperan que la investigación avance y se logre recuperar lo sustraído para que el club pueda volver a la competencia lo antes posible.


