Operación Rosario: A 40 años del “día D”

El 2 de abril de 1982, día clave para la Historia argentina, una fuerza de tareas anfibia denominada Fuerza de Tareas 40, llevó a cabo un desembarco en Puerto Argentino, en las Islas Malvinas, y tras breve combate rindió a la guarnición inglesa, recuperando las islas.

Las unidades de la Armada habían navegado con muy mal clima por varios días, lo que hizo que el “día D” se postergara, perdiendo así el factor sorpresa. La premisa, además de que la celeste y blanca vuelva a ondear en Puerto Argentino, fue que no se produzcan bajas civiles ni enemigas.

La fuerza de tareas anfibia denominada FTA 40 estaba integrada por el portaaviones ARA “25 de Mayo”; los destructores “Hércules”, “Santísima Trinidad”, “Comodoro Py”, “Seguí”, “Piedra Buena” y “Bouchard”; las corbetas ARA “Drummond” y “Granville”; el buque de desembarco “Cabo San Antonio”; el rompehielos ARA “Almirante Irízar” y el submarino ARA “Santa Fe”. Transportaban aeronaves de la Primera y Segunda Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros; fuerzas de los Batallones de Infantería de Marina N° 2, de Vehículos Anfibios, de Servicios, del Destacamento Naval Playa y personal de las Agrupaciones Comandos Anfibios y Buzos Tácticos. También personal y material del Regimiento de Infantería de Ejército Nº 25.

La madrugada del 2 de abril, Fuerzas Especiales desembarcaron en el –hasta ese momento– denominado Puerto Stanley y ocuparon las islas. En esa acción de combate murió el Capitán de Fragata (PM) Pedro Edgardo Giachino y, luego de algunos enfrentamientos que culminaron con la rendición del gobernador británico, fue designado gobernador el general Mario Benjamín Menéndez.

Las acciones militares subsiguientes y los acontecimientos que se sucedieron hasta el 14 de junio, no le permitieron a la Argentina escribir la palabra victoria en las páginas de historia de las Islas Malvinas. Sí se redactaron incontables hazañas y virtudes llevadas a grados heroicos por hombres que no dudaron en cumplir aquella promesa de fidelidad a la bandera, entregando por ella hasta su vida.

Pero aquel 2 de abril, después de 149 años de historia, la Bandera Argentina flameó en Malvinas. Soldados provenientes de todo el país, del campo o la ciudad, profesionales o en formación, pisaron la turba malvinense. Luego el combate los hermanó en el coraje. Entonces la Patria toda vibró en sus corazones, apoyando la recuperación de nuestra soberanía en nuestra querida perla austral.

40 años después

Nicolás Avellaneda –uno de los padres de la Patria– una vez dijo: “Los pueblos que olvidan sus tradiciones pierden la conciencia de sus destinos, mientras que aquellos que se apoyan sobre sus tumbas gloriosas, son los que mejor preparan el porvenir”.

A cuatro décadas del conflicto, en el Cementerio de Darwin las cruces, como estoicos centinelas, nos recuerdan que es imposible olvidar tanto coraje y sacrificio.  

Se cumplen 40 años de aquel “2 de abril”. Es un día en el que hacemos un alto en nuestras actividades para honrar y recordar a todos nuestros héroes; a quienes están aún entre nosotros, y a quienes quedaron de guardia eterna, y que son el motor para que la causa Malvinas no sea nunca olvidada, hasta que vuelva a flamear la bandera argentina en suelo malvinense.