Paraguay llevará a la ONU el reclamo por el peaje en la Hidrovía y se tensa la relación con la Argentina

Lo confirmó el presidente Santiago Peña antes de su discurso en la Asamblea General. Asunción acelera su estrategia para presionar a Buenos Aires. La respuesta de la Argentina.

Paraguay sigue presionando para que la Argentina dé marcha atrás en su decisión de cobrar un nuevo peaje en la Hidrovía. El presidente paraguayo Santiago Peña llevará el reclamo de su país a las Naciones Unidas durante el discurso de apertura de la Asamblea General de la ONU.

Así lo confirmó el propio mandatario durante una entrevista que concedió a la Voz de América (VOA) desde Nueva York, a donde llegó para dar su primer discurso como nuevo presidente de Paraguay. Representa una nueva instancia de reclamo y un nuevo ámbito al que Asunción busca acudir para presionar a Buenos Aires.

«El sistema multilateral del Mercosur tampoco está pudiendo resolver el conflicto de la hidrovía Paraguay-Paraná donde se están incumpliendo tratados internacionales», lanzó Peña. Aseguró, además, que será uno de los ejes de su presentación en el recinto de las Naciones Unidas.

 Paraguay interpreta que la decisión de la Argentina de cobrar un peaje de 1,47 dólares a barcos internacionales en el tramo de Confluencia-Santa Fe es ilegal y unilateral según estipula el acuerdo de Santa Cruz de la Sierra, el cual se ampara en el Tratado de Montevideo de 1980 donde se establece el marco normativo común para el transporte en la Hidrovía.

«Estamos luchando para que este proyecto de integración de la Hidrovía sea realmente de integración y no de división como estamos enfrentando en la actualidad», consideró Peña. Consultados por TN, desde la delegación argentina no hicieron comentarios oficiales y no se descarta una reunión bilateral entre Alberto Fernández y el presidente paraguayo.

Paraguay amenaza con llevar el reclamo a nuevos ámbitos

Además del pronunciamiento durante la apertura de las sesiones de la ONU, este medio pudo saber que desde Asunción ultiman los detalles para llevar el reclamo por el peaje de la Hidrovía al Tribunal Permanente de Revisión del Mercosur, que podría oficiar como tribunal de arbitraje en esta controversia.

Desde Cancillería adelantaron que evaluarán si efectivamente este tribunal cuenta con la competencia correspondiente para dirimir una controversia de estas características dado que el mencionado Tratado de Montevideo no lo estipula así.

De todas formas, desde ambos lados de la frontera reconocen que todos estos movimientos responden a una presión de Paraguay para que Argentina ceda en la decisión que tomó en abril de establecer este nuevo peaje. Lo mismo sucede con la decisión de Asunción de quedarse con la totalidad del cupo que le corresponde por la generación eléctrica de la represa de Yacyretá.

Según pudo saber TN, el enojo de Paraguay también reside en que históricamente en el tramo de Confluencia la empresa belga Jan de Nul, que hasta 2021 contaba con la concesión por el dragado y balizamiento de toda la Vía Navegable Troncal –como se llama la hidrovía en la parte argentina-, nunca cobró peaje a los barcos internacionales.

«La decisión es clara: los argentinos no seguirán haciéndose cargo de obras que solo utiliza el tráfico internacional», esgrimieron sin titubeos desde el Ministerio de Transporte, de quien depende la Administración General de Puertos (AGP), que se quedó con el control de la Hidrovía cuando en 2021 finalizó el contrato con la belga Jan de Nul.

Si bien Paraguay es quien lleva adelante el reclamo de manera más enfática, Brasil, Bolivia y Uruguay también se acoplaron al pedido de Asunción. En su extensión de casi 3400 kilómetros de largo la Hidrovía conecta a estos cuatro países junto a la Argentina.

En un comunicado publicado hace una semana por la cancillería de los otros implicados, todos se manifestaron «preocupados» por la decisión de la AGP de implantar el mencionado peaje. Las partes están abiertas al diálogo y ninguna opción se desterró por completo. Hay una nueva reunión técnica pautada para el 26 y 27 de septiembre, mientras en un carril paralelo corren las conversaciones políticas.