En un recorrido por la historia del jazz y por su -cada vez mayor- impacto en la clase popular en el Chaco, el baterista y hacedor cultural «Pepo» Bianuci fue derribando mitos en torno al género musical a través de una entrevista. El ahora (y por ahora, ya que en sus más de 10 años de jazz recorrió diversas bandas) batero de «Centro jazz club” y “Resistencia jazz quartet» aseguró que son desafíos que se pone, «al tocar en diferentes grupos, con diferentes músicos y de diferentes ramificaciones del género mismo».
Para inmiscuirse en la génesis del jazz, Bianucci comenzó derribando el mito más arraigado al jazz: el ser de elite. “El jazz siempre era asociado a un género de elite, para un público selecto, que es algo que no es cierto», aseguró y explicó que «siempre fue asociado a eso, porque como es un género que se escuchó en un cierto período sobre todo la parte popular del jazz de la época de las big bands, en un cierto período en Estados Unidos y acá no. Acá llega de mano de la gente que lo escucha: ‘la gente culta’”.
Pepo afirmó que “el jazz es un género que es popular, no es como la música clásica. El jazz tiene origen negro, viene de Estados Unidos y nace de lo que era el Blues -que era música de de los negros- y la música Gospel, la religiosa que cantaban los esclavos que cosechaban algodón». En una línea del tiempo sería entonces, salvando las distancias: Gospel – Blues – Jazz.

La palabra, no cuenta con una etimología en sí, sino que tiene un significado norteamericano “como todas las cosas que se ponen ellos”, afirmó y continuó “es onomatopéyico, es ‘una manera de decir’, era un modismo de una época: decir que algo era «jazz», como un sonido, no tienen una definición clara, de ese lado nace la palabra jazz», explicó. Bianucci, siguiendo con la cronología, contó que “partiendo del blues, se fue generando lo que es el jazz, que es un poco más erudito en el sentido de que ya había músicos que componían temas de jazz que, de nuevo, era la música de los negros y, por otro lado, estaba la ramificación del «swing» que era la música de los blancos”.
“El swing era más complejo, entonces, porque tenía la parte erudita porque sí la podía estudiar, ergo, era más complicado tocarla. Sin embargo, el jazz era inimitable porque los negros tenían una manera inimitable de tocar. «En verdad tenía connotaciones más de música clásica, porque los blancos tenían la posibilidad de estudiar, era más factible que un blanco estudie música académica, a que un negro la estudie. En cambio, los negros eran todos músicos callejeros y, al mismo tiempo, eso hacía también la simplicidad de la música, el blues era más simple», sostuvo y, como dice el refrán, en lo simple está la belleza.

Por ello, el músico afirma que es música popular, pese a que se -mal- cree que es para eruditos. «Nace de lo que tocaba la gente en ese momento y la manera muy particular de la forma de tocar. Igual que acá el folclore: acá -en Argentina-nace de la música europea, pero mal tocada digamos (en el buen sentido); como el chamamé que tiene mucho de vals (un elegante baile de salón) y tiene mucho de mazurca (danza de origen polaco, de movimiento moderado y compás ternario), de otros ritmos, que son europeos.
Un regreso a la popularidad
No hay dudas, entonces, de que antes el jazz era popular pero ahora se incorporó la parte académica ya que «es complejo de de tocarlo sin tener estudios», afirmó el batero. Respecto a la masividad, o más bien al regreso a la popularidad de este género musical, el además gestor cultural contó cómo fue su recorrido y su aporte para que, justamente, el jazz vuelva a sus orígenes: ser una música popular. «Desde que me estoy dedicando a difundir el género, hace aproximadamente un poco más de 10 años, hubo una un crecimiento del público, esto que te digo: acá la gente asociaba al jazz con la gente culta con incluso la gente grande. Y ahora está cambiando porque hay muchos jóvenes que se dedican a tocar y a estudiarlo, es académico ya», sostuvo.
Desde el 2012, Bianucci organiza eventos- todos relacionados al jazz- de forma independiente. «Siempre trabajé solo, siempre tuve algún equipo momentáneo, pero terminé haciendo solo las cosas» y amplió: «Organicé una serie de festivales acá y se llamaba Encuentro de jazz y logré hacer hasta tres festivales seguidos”.
Dicho Encuentro de Jazz era más bien un encuentro de músicos, según explicó: «A través de la gente que conocía, invitaba a algunos músicos de otras provincias a que vengan a tocar y tocábamos todos juntos, no era un festival justamente si no era un encuentro, una especie de improvisación», esto duró 3 años, es decir hasta el 2015, donde comenzó con la NEA Big Bang.

El último Encuentro de Jazz, realizado en el 2015, Bianucci se topó con el formato Big Bang, lo que le sirvió para inmiscuir en él: «Ese encuentro me sirvió para finalmente coordinar una Big Bang que es un formato ya con que son entre aproximadamente entre 16 y 18 músicos arriba del escenario: muchos vientos, muchos instrumentos de viento, banda grande en inglés».
Como antecede, por aquellos años, el jazz había asomado a la popularidad con el evento del gobierno de Jorge Capitanich (ver tema Bacileff-), en 2012, «Chaco Merece Jazz» que se retomó tras la pandemia, este 2022, también de la mano del Gobernador del Chaco. Volviendo al 2015, “después del último Encuentro de Jazz de dicho año -que ahí fue donde empecé con la NEA Big Bang- tocamos tres años hasta el 2018”.

Además en el 2015 comenzaron a colaborar con la Presidencia del Consejo de la mano del actual intendente de Resistencia, Gustavo Martínez, «generamos un programa llamado Chaque el Jazz con -justamente- la idea de llevar el jazz a los barrios periféricos. Entonces, con la Big Bang lograda por el jazzero, «hicimos varios conciertos tocábamos en la zona, sur en la zona norte», aseveró y señaló que “el recibimiento de la gente fue buenísimo. La gente no conoce, no sabe de qué se trata el jazz y a nadie puede gustarle algo que no conoce, con este programa logramos eso: que vuelva a la popularidad».
Hasta el 2018 duró y después la pandemia tocó las puertas y con ella el mundo se paralizó, “ahí se disolvió prácticamente todo a fines del 2019, y después, a mitad del 2020 más o menos retomamos todo con la última formación de Big Bang que fue junto a Víctor González que era director de la sinfónica en esa época. Ya en el 2020 formamos la Confederación del Jazz del NEA, que es la nueva Big Bang que tenemos ahora todavía y que fue la banda con la que tocamos en la Bienal”, contó Bianucci.
«Vos no sabes de qué se trata y parece como que no tiene salida comercial; también es mucho de ignorancia: la gente no sabe y como no conoce, lo rechaza; ignorancia en el hecho de que, como no conoces, lo rechazas”, explicó y afirmó que, “en los barrios, con Chaque el Jazz, la gente estaba re contenta de que vayamos a hacer ese tipo de música que no sabían qué era».
En septiembre de este año regresó Chaco Merece Jazz -organizada por el Gobierno provincial con el apoyo del Instituto de Cultura de la provincia- con una cargada agenda de reconocidos músicos. La misma se desarrolló, de forma libre y gratuita, durante cada viernes y sábado de septiembre en Resistencia. Fueron más de 30 bandas de Chaco, Corrientes, Formosa, Misiones, Santa Fe, Tucumán, Córdoba, Buenos Aires y Paraguay quienes se congregaron para hacer Jazz en la capital chaqueña.
