El hombre que conducía el auto murió en un centro de salud, donde fue agredido por familiares de la joven fallecida.
La madre de Juliana Gómez, la futbolista del Club Argentino Merlo que murió el pasado 8 de octubre en un accidente de tránsito en Baradero, escribió en las redes sociales que perdona al «asesino» de su hija y que luchará para que «esto no vueva a suceder».
Marisa se refirió así al dirigente del club Ricardo Ernesto Gómez (75), quien conducía el auto que volcó cuando regresaba con Juliana y otras tres futbolistas de la ciudad de Rafaela, donde habían jugado un partido.
Si bien Gómez sobrevivió al vuelco, cuando estaba internado en observación en el hospital de Baradero fue atacado a golpes por los padres y el hermano de Juliana -actualmente imputados por lesiones- y debido a las heridas fue internado en un centro asistencial de Morón, donde sufrió una infección y murió,
«Quiero que sepan que perdono al asesino de mi hija, en mi corazón no hay lugar para odio ni rencor, el odio carcome el alma y no quiero gastar la vida que me queda odiando a nadie responsable de una u otra forma de esta triste tragedia. Le pido a Dios que busquen la salvación de su alma porque no creo que puedan dormir en paz», escribió la madre de la joven fallecida en el muro de su cuenta de Facebook.
«Lamentablemente tengo la vida quebrada y con las pocas fuerzas que me quedan quiero luchar para q esto no vuelva a suceder», concluyó la mujer que, al igual que el padre de Juliana y el hermano, está imputada en una causa por «lesiones y resistencia a la autoridad» que instruye la Justicia de Baradero.