Los familiares y amigos de Juan Nicolás Fermocelli, un joven de 28 años con cáncer e internado desde enero en el Sanatorio Güemes, cortaron ayer la Av. Córdoba a la altura de Medrano, en el barrio de Almagro, y recién entonces, entre el malhumor y los bocinazos de los automovilistas, las autoridades del nosocomio dispusieron el traslado del paciente a un centro de mayor complejidad, algo que reclamaban desde hacía meses. «Nicolás está agonizando y eso se podría haber evitado», indican.
Viernes a la tarde. Muchos automovilistas se dirigían por la Av. Córdoba hacia zona norte para terminar la semana laboral. Pero a la altura de Medrano debieron desviarse porque se encontraron con un piquete llevado a cabo por los familiares y amigos de Juan Nicolás Fermocelli, un joven de 28 años con cáncer, oriundo de la localidad bonaerense de Escobar, afiliado a OSUTHGRA -la obra social de los gastronómicos, dirigida por José Luis Barrionuevo- e internado desde enero en el Sanatorio Güemes, por quien fueron a reclamar su urgente traslado a un centro de mayor complejidad, algo que venían pidiendo desde hacía meses.
Todo comenzó cuando Juan Nicolás ingresó el 21 de enero pasado al Güemes con un estrabismo, mismo cuadro por el que a sus 9 años fue diagnosticado de un meduloblastoma. En ese momento quedó internado sin el tratamiento correspondiente de radiocirugía -único tratamiento que podría realizarse para salvarle la vida-, con traqueotomía, edema y dos gérmenes en la sangre.
El último jueves, su mamá, Sara Chujbeb, escribía en su muro de Facebook: «Hoy se cumplen tres meses desde que Nico fue internado. Todavía no se sabe qué tiene en su cerebro. Sólo suponen que puede ser una recidiva -N. del E.: la repetición de una enfermedad poco después de terminada la convalecencia. Sigue sin tratamiento oncológico (…) En el Sanatorio Güemes aseguran que están haciendo todo lo que él requiere para su recuperación. -¿Es así, doctor, están haciendo todo? Él entró caminando el 21 de enero y hoy se encuentra con gérmenes, bacterias, edema y neumonía. ¿Uds realmente están haciendo todo para la recuperación de mi hijo? No supo qué contestar».
Finalmente, luego del piquete familiar, a Nicolás lo trasladaron al Hospital El Cruce de Florencio Varela. «Está agonizando y eso se podría haber evitado», indica hoy la familia de Nicolás, que ayer salió del Güemes en estado de coma.
Aunque no pierden las esperanzas, lamentan que no se haga justicia por el caso de Nicolás. «No puede quedar impune. Nico tenía la posibilidad de seguir viviendo», señala su tía, María Tesei.
Hace apenas una semana y media, su mamá se arrodillaba, pluma en mano, ante la Auditoria Médica de Osuthgra: «En nombre de mi hijo y el amor inconmensurable que siento por él y por las respuestas satisfactorias con las que responde su organismo ante los procedimientos médicos a pesar de las complicaciones que se le presentan y esa fuerza, perseverancia y ganas de vivir que le brota de su corazón y de sus venas ya rotas de tantos pinchazos, ruego, suplico e imploro que arbitren los medios necesarios para que sea traslado al Hospital Austral con internación, donde se realizará el tratamiento de radiocirugía evitando de esa forma los traslados desde el Sanatorio Güemes al Hospital Austral. Tal vez para Uds. solo sea un paciente más de cáncer que fallece. Para mí es mi mundo. Y solicito fervientemente que se le dé la oportunidad para prolongar su vida. Si Uds. pudieran ver a los ojos a Nicolás, comprenderán de esa forma las fuerzas que le invaden para seguir viviendo».