Una mujer ucraniana y otra rusa llevarán juntas una cruz durante la tradicional ceremonia realizada por el Papa.
Ucrania expresó este miércoles su preocupación por los planes que llevará a cabo el Vaticano el Viernes Santo y le reclamó cambiarlos al considerarlos «una idea inoportuna».
«Existe una preocupación general en Ucrania, entre muchas otras comunidades, por la idea de reunir a una mujer ucraniana y otra rusa para llevar la cruz. Estamos trabajando en este tema, tratando de explicar la imposibilidad de su aplicación y las consecuencias previstas», escribió el embajador de Ucrania en el Vaticano, Andréi Yurásh, vía Twitter.
Las autoridades del Vaticano adelantaron que el próximo 15 de abril, dos mujeres, cada una en representación de cada Nación en conflicto, llevarán juntas una cruz durante la tradicional ceremonia dirigida por el pontífice, que tendrá lugar en el Coliseo.
«Me parece una idea inoportuna, ambigua y que no tiene en cuenta el contexto de la agresión militar rusa contra Ucrania», consideró por su parte el jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana, Sviatoslav.
A raíz del revuelo, el reverendo Antonio Spadaro, un sacerdote jesuita en Roma cercano al papa Francisco, indicó a la cadena de radio estatal italiana RAI que el pontífice no es un «político», sino un «pastor».
El Papa Francisco y Volodemir Zelensky, presidente de Ucrania, hablaron por teléfono el pasado 22 de marzo y el mandatario le aseguró al pontífice que “es el invitado más esperando en el país”,
La respuesta de líder católico fue que se encuentra “rezando y haciendo todo lo posible para poner fin a la guerra, provocada tras la invasión de Rusia”.
Anteriormente, Klitschko envió una carta al Papa para invitarlo a visitar la ciudad: “Creemos que la presencia de los líderes religiosos del mundo en Kiev es clave para salvar vidas y allanar el camino hacia la paz en nuestra ciudad, en nuestro país, y en todos los lugares”, escribió entonces el alcalde.