Una clase de Educación Sexual Integral (ESI) en un colegio secundario de Jesús María, Córdoba, generó polémica luego de que se difundiera un video grabado por una alumna en el que una capacitadora enseñaba a los estudiantes cómo colocar un preservativo con la boca.
La grabación, de apenas 10 segundos, se hizo viral y varios padres de alumnos consideraron que la demostración fue demasiado explícita y que algunos de los adolescentes se sintieron incómodos.
Tras la viralización de las imágenes, la directora de la escuela secundaria Domingo Faustino Sarmiento tomó la decisión de sancionar a la estudiante.
“Cuando el video se ve alguien le comentó a la directora y ella comenzó a buscar un culpable, empezó a investigar de dónde salió el video, los obligó a los chicos a poner en un papelito quién fue el que filmó”, dijo a El Doce la mamá de la estudiante a la que le aplicaron amonestaciones.
“Mi hija ese día llega y dice, ‘mirá mamá lo que pasaron los chicos en el grupo’. Entre los alumnos tienen un grupo. Me muestran el video que se viralizó y preguntó sobre el tema”, señaló.
En diálogo con La Voz, la mujer dijo que “fue injusta” la situación y que la directora “quiere limpiarse de lo que pasó”. “Es mi hija la que está sancionada, a mí no me parece que sea la forma de enseñarles a colocar un preservativo”, dijo la mamá.
Desde la escuela, se defendieron diciendo que la escena “está descontextualizada”. Si bien la madre de la alumna destacó el rol de la Educación Sexual Integral (ESI), remarcó que “hay un límite para todo”.
Objetivos de la ESI
Según establece la Ley 26.150 sancionada en 2006, la Educación Sexual Integral (ESI) es un derecho destinado a niñas, niños y adolescentes de todas las escuelas del país, ya sea del ámbito estatal o privado, en sus tres niveles: inicial, primario, secundario.
El objetivo es que la sexualidad no solo sea entendida en su aspecto biológico sino también psicológico, social, afectivo y ético.
A su vez, el programa de la ESI propone “incorporar la educación sexual dentro de las propuestas educativas y asegurar la transmisión de conocimientos precisos y confiables, generar actitudes responsables ante la sexualidad, prevenir los problemas relacionados con la salud en general y la salud sexual en particular, además de la igualdad de trato entre hombres y mujeres”.