En Las noches de Jey el ex campeón mundial de boxeo contó como transformó su gimnasio en un comedor comunitario
En una faceta poco conocida Jorge «Locomotora» Castro reveló por qué cambió las bolsas de boxeo por bolsas de alimento y transformó el gimnasio que armó en Temperley en comedor comunitario. «Cuando era chico comía uva y pan para llenarme. Sé lo que es que te chifle el estómago y no tener nada para comer», contó ante Jey Mammón.
Como muchas veces narró, el boxeador vivió una infancia muy compleja, llena de privaciones y por eso no soporta que la gente pase hambre. En marzo de 2019 abrió un gimnasio pero cuando llegó la pandemia lo tuvo que cerrar. “Estuvo 18 meses cerrado el gimnasio. Y yo pensaba ¿qué hago? Tenía 26 bolsas colgadas”.
La necesidad comenzó a rondar la zona “Empecé a ir al Mercado Central a buscar mercadería”. El gimnasio se transformó en comedor comunitario. “Hice una olla, una olla grande, para 30 personas. Y vinieron 60. Hicimos dos ollas y terminamos haciendo seis. Primero venían con recipiente de plástico , después ya venían con sus ollas porque precisaban más y llevaban para todo el fin de semana”.
La propuesta y la necesidad fueron aumentando “primero hicimos un comedor, después dos, después el municipio nos dio. Ahora tenemos cuatro comedores y otros diez a los que abastecemos”. Agregó que además funcionan “nueve merenderos, donde le damos la galleta o la masita, como la llaman acá. Le damos la leche, el té, la yerba, azúcar. El viernes llegan casi 1.400 personas a las que les entregamos mercadería” Por eso invitó a la audiencia “si el viernes van, van a ver lo que hago. Van a ver cuatro o cinco cuadras de cola de gente esperando. Entrego a las 4 de la tarde. Y ya a las 11 de la mañana están haciendo cola”.
Sobre la dinámica de entrega contó que entregan cinco productos no perecederos y que cada persona decide qué se lleva. Con más desesperanza que desesperación narró que hace uno días “compramos tres millones y medio en mercadería y me dieron dos palets nada más. Antes con tres millones comprábamos un camión entero y ahora solo dos palets. Se me fue, perdón la palabra, se me fue toda la mierda. Cuando empezó la pandemia con esa plata compraba cinco palets ahora compré dos y casi no alcanza”.
Jey le preguntó si iba personalmente a hacer las compras al Mercado Central. “Sí, siempre fui personalmente, hasta el día de hoy. Voy a la fábrica, pido, empiezo a hablar de boxeo y después termino mangueando algo para la gente, para poder ayudar. La gente siempre me ayudó, siempre. Pero, me atienden porque soy el Roña Castro porque si fuera Juan Pérez, eh, tengo que hacer la cola como la hacen todos”.
Sobre el momento actual reflexionó que “a los chiquitos que recién empiezan a ir al comedor y se ven desnutridos. Antes le daba de comer solamente a los chicos, ahora le doy de comer al padre, a la madre. Teníamos 2.100 pibes, ahora pasamos de 6.000. Se triplicó la gente. Se sumó mucha más. Es difícil, es duro saber que tenés que ir a dormir y no tenés nada dentro del estómago. No quiero que los chiquitos que van a los comedores pasen lo que pasé yo. No sé si a la noche comen, pero al menos al mediodía y la tarde le damos algo para que llenen el estómago”.
El boxeador describió que “a mi gimnasio va gente que era pudiente antes. A veces van madres con cuatro o cinco chiquitos y se ponen a llorar en el gimnasio y les doy porque sé que esa familia necesita” y agregó que en un día repartió cinco mil litros de leche. Jey pidió sumarse a la obra del boxeador por lo que compartió el alias donde se lo puedo ayudar económicamente: Locomotora.Castro22.
En otro momento menos emotivo y con su habitual histrionismo Castro un dato de color sobre su paso por Gran Hermano Famosos. Cinthia Fernández no lo llamaba ni Jorge, ni Locomotora, ni Roña, ella le decía: “Roñi”.