Rodrigo Rivas, de 19 años, fue capturado en dos oportunidades entre marzo y mayo, pero en pocas horas volvió a las calles. Nazareno Juan Cruz Mejías, de 20, estuvo preso sólo cuatro días en julio.
El homicidio del Lucas Iván Cancino, de 17 años, cometido este miércoles en ocasión de robo cuando iba en bicicleta hacia su colegio en el partido bonaerense de Quilmes conmocionó al país.
El crimen ocurrió cerca de las 7.50 y, por la tarde, se conocieron los arrestos de los supuestos asesinos: Rodrigo Rivas, de 19 años; y Nazareno Juan Cruz Mejías, de 20.
Las capturas fueron comunicadas por el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, en contacto con la prensa. El funcionario informó que la Policía detuvo «a los presuntos autores materiales» del homicido y precisó que los capturados fueron «identificados por testigos y por filmaciones».
«(Son) personas con antecedentes que ya estuvieron presas. Uno de ellos (por Rivas), el 26 de mayo fue preso por el delito de robar una bicicleta. Mirando los libros de guardia de detenidos, uno de ellos (por Mejías) entró detenido el 24 de julio a las 20.12 por ‘robo calificado por el uso de armas’. ¿Saben cuándo salió en libertad? En menos de cuatro días», se quejó Berni apuntando a la Justicia.
Por su parte, Rivas había sido detenido por primera vez en lo que va del año en la tarde del 8 de marzo, en medio de una investigación por averiguación de ilícito que se tramitó en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Descentralizada 1 de Avellaneda, a cargo de la fiscal María Alejandra Olmos Coronel.
El arresto fue concretado por personal de la comisaría quinta de ese partido bonaerense, pero antes de la medianoche el joven recuperó la libertad por falta de pruebas.
Dos meses después, pasó lo mismo. Lo capturó personal de la comisaría segunda en la noche del 26 de mayo acusado de cometer un robo. Sin embargo, la Justicia de Quilmes dispuso su excarcelación.
Por su lado, Mejías el 24 de julio del año último fue arrestado bajo la acusación del delito de «robo agravado automotor», en una causa instruida por el fiscal de Quilmes Leonardo Sarra.
Mejía sólo durmió cuatro días en un calabozo, debido a que el 29 de ese mes ya estaba de vuelta en calle.