Ya sea en la vía pública o en nuestras casas, es de vital importancia que todos podamos brindar asistencia inmediata y realizarla correctamente en ciertas situaciones límite.
Salvar la vida del otro en casos de emergencia y, a su vez, que el otro pueda salvar la nuestra de llegar a necesitarlo. De eso se tratan los primeros auxilios, de atención inmediata, temporal y eficaz que se le brinda a una persona que ha sufrido un accidente o una enfermedad repentina, hasta que llega la asistencia médica, a fin de que las lesiones que ha sufrido no empeoren.
Estas acciones deben realizarse en cualquier primer auxilio y, en caso de que la persona no sepa cómo actuar, con solo ponerlas en práctica estará cumpliendo con la regla de NO DAÑAR. No existe un número exacto de medidas generales pero las más importantes son las siguientes:
Actuar con rapidez y seguridad, evitando el pánico. Siempre dar indicaciones precisas, simples y seguras, demostrando tus conocimientos y nunca dudando. Esto da confianza a la víctima y a sus acompañantes. Además, contribuye a la ejecución correcta y oportuna de las técnicas y procedimientos necesarios para prestar un primer auxilio.
2) Retirar y utilizar a los curiosos. El familiar de la víctima, muchas veces en su afán de proteger y ayudar, puede agravar su estado o impedir el buen accionar de quien la está ayudando; del mismo modo los curiosos podrán tomar actitudes similares a la de los familiares. Tener en cuenta la vocación de servicio de ellos y permitir su ayuda, siempre bajo su guía, realizando tareas como la de vallado, búsqueda de ayuda y provisión de materiales, entre otras.
3) Llamar a ayuda calificada: Activar el Sistema de Emergencias Médicas (S.E.M.) llamando, en todo el país, al número 1-0-7. Esta es una llamada gratuita y se puede realizar desde cualquier teléfono. Para esta actividad, utilizar a los curiosos Quien se encargue de esta tarea deberá informarle al operador telefónico los siguientes datos: localización de la emergencia con los nombres de las calles laterales, de ser posible; el número de teléfono del que llama; qué sucedió (ej. ataque cardíaco, accidente de auto etc.); cuántas personas necesitan ayuda; condición de la(s) víctima(s); cuál es la ayuda requerida para la asistencia de la(s) víctima(s);
Es recomendable tener siempre a mano un listado con los lugares a los que sea necesario solicitar ayuda, especialmente en áreas o edificios protegidos por empresas privadas de asistencia médica.
4) Es importante conocer también los demás números de emergencia y saber en qué situaciones es necesario recurrir a cada uno.
5) No pasar nunca por encima de la víctima.
6) Alejar el peligro de la víctima: Se debe hacer lo posible por retirar la causa que produjo la lesión en la víctima, y no a la víctima de la causa, siempre teniendo la precaución de no resultar dañado por esta tarea. De no ser posible, retirar a la víctima del lugar de peligro, usando movimientos en masa, y teniendo en cuenta el principio de “primero no dañar”.
7) Abrigar a la víctima: Una persona accidentada, salvo en escasas excepciones (fiebre, insolación y golpe de calor), siempre pierde temperatura, por lo que es necesario abrigarla. Cubrirla con una frazada, campera, u otro tipo de prenda (abrigar por encima y por debajo, de ser posible, pero no excesivamente).
8) Evaluar signos vitales y capacidad de respuesta constantemente: Es de vital importancia reevaluar si la persona sigue respirando cada no más de 30 segundos y cómo es esa respiración. Evaluar la capacidad de respuesta indicará el nivel de daño que pudiese haber sufrido el cerebro. Controlar cómo evolucionan estas respuestas a lo largo de la atención, ya que si la víctima se va desorientando indica que existe una lesión en progreso. Deben llamar la atención respuestas incoherentes, balbuceantes o repetitivas. También es recomendable valorar constantemente otros signos y síntomas como el pulso y la coloración, por ejemplo.
9) No mover a la persona y, de ser esto necesario, emplear movimientos en masa. Los movimientos innecesarios pueden ser perjudiciales para la víctima, especialmente si sufrió algún traumatismo, por eso debe moverse lo menos posible. El movimiento en masa significa mover a la víctima o al miembro afectado como si fuera una sola pieza.
10) Tranquilizarle y darle ánimo: Es importante que la persona esté en calma para evitar que el cuadro empeore. Muchas veces una palabra de aliento cura más que la mejor medicación.
11) No dejar que vea a otras víctimas, sobre todo si son familiares, ya que le puede generar una presión externa. Obstruir el campo visual con objetos y los gritos con tus palabras.
12) Permanecer a cargo de la víctima hasta que llegue personal calificado: El abandono de persona, que es el no prestar auxilio a un accidentado, está penado por los artículos 106 y 108 del código penal.
13) Controlar y anotar quién se lleva a la víctima: Esto debe hacerse por razones legales y también por cuestiones de información, ya que si luego de la atención se te interroga por lo sucedido, podrás dar información correcta. Solicitar al médico que se hace cargo de la víctima el nombre, número de matrícula, lugar de derivación de la ambulancia y su número interno y de patente.
14) Cuidar las pertenencias de la víctima: Esto ayuda mucho a que ella pueda quedarse tranquila y no se tenga que preocupar por cuidar sus pertenencias.
15) Cuidar el pudor de la víctima: Evitar que se sienta expuesta o avergonzada por la situación ante los curiosos. Si es necesario, apartarla de la visual a las demás personas o cubrirla para proteger su autoestima.
16) Evitar hacer oler perfumes, colocar almohadas (esto podría cerrar la vía aérea) y dar de beber agua cuando la víctima se encuentre acostada o con el nivel de conciencia alterado.
17) Aflojar las prendas apretadas (cuellos, corbatas, puños, cinturones) si esto fuera necesario. Identificar si la vestimenta de la víctima constituye una fuente de incomodidad para ella o le dificulta la respiración o circulación.
18) Adoptar una postura estable: Cuando te agaches para atender a la víctima, no debes quedarse en cuclillas (dos puntos de apoyo) ya que existe el riesgo de que pierdas el equilibrio o alguien te toque y caigas sobre la víctima. Apoyar una rodilla o las dos de manera de tener más puntos de apoyo.
19) Elevar el índice de sospecha: Siempre es preferible suponer que una persona se encuentra grave y estar equivocados que suponer que la patología es leve y no llamar a la ambulancia.
20) Conocer siempre tus propias limitaciones, no te excedas ni arriesgues su salud nunca.