Si bien el preacuerdo permitiría continuar con los servicios aéreos de la compañía de bandera, todavía debe ser aprobado en las asambleas.
Aerolíneas Argentinas y los gremios aeronáuticos que estuvieron reunidos este lunes en la sede de la empresa en Aeroparque arribaron a un principio de acuerdo, que debe ser convalidado por las asambleas de los respectivos sindicatos pero que garantizaría por el momento la continuidad de los servicios aéreos de la compañía de bandera.
Las negociaciones fueron intensas, las posiciones se fueron acercando, pero eso no significaba que se llegase a un acuerdo definitivo. Pero de a poco, se fue arribando a un preacuerdo que permitiría continuar con la actividad aérea de Aerolíneas Argentinas.
Habían transcurrido más de siete horas de negociación con tres de los gremios que aún no habían acordado la recomposición salarial en paritarias.
Poco después de las 14:30 habían ingresado a la sede de Aerolíneas Argentinas en el Aeroparque Jorge Newbery los representantes de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), iban a ser los primeros de una serie de reuniones por separado con el resto de los gremios, la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) y la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA).
Sin embargo, poco después los tres gremios se sumaron en prácticamente una misma reunión, en una negociación conjunta, aunque lo hiciesen por separado. Los tiempos se aceleraban.
Finalmente, tras arduas conversaciones, entre las que hubo varios «cuartos intermedios», durante los cuales los representantes sindicales se reunieron con los titulares de los gremios para analizar las propuestas y contrapropuestas, comenzó a salir a la luz un proyecto de solución.
La base del diálogo eran las modificaciones en el Convenio Colectivo de Trabajo y en un segundo plano había quedado la negociación salarial, en la cual el Gobierno ofrecía un tope máximo del 14%, mientras que los trabajadores solicitaban que se pusiese sobre la mesa un 35% de incremento. Seguirán con el tema.
El preacuerdo garantizaría por un lado, la continuidad de las operaciones de la empresa de manera normal, y por el otro, dejar de lado, por el momento, la intención de iniciar el Procedimiento Preventivo de Crisis, que podría derivar en el achicamiento y hasta el cierre de Aerolíneas.
Ahora, los sindicatos deberán presentar a las respectivas asambleas lo acordado para que éstas lo validen.
Los puntos que se plantearon en el principio de acuerdo, son diferentes según los gremios.
Con APLA se acordó:
Renunciar a pasajes en ejecutiva confirmada, incluyendo a jubilados, con lo cual se recupera un potencial de ventas de 8 millones de dólares al año.
Renuncian a asientos de descanso en ejecutiva. En todos los aviones los pilotos tenían asientos de descanso en la clase superior. En vuelos a Europa tenían 2, y a Estados Unidos tenían uno. Eso significaba un promedio de 10 asientos por día, por lo que se recupera un potencial de ventas de 5 millones de dólares al año.
Renunciar día libre obligatorio en cumpleaños.
Renunciar a que el tiempo de servicio comienza desde el momento en que suben al remis, y a partir de ahora se computa el inicio del trabajo en el aeropuerto.
En cuanto a los remises, se cancelan para capacitaciones, y se acordó que por el momento se seguirán utilizando hasta tanto se concrete la baja de los contratos.
La Asociación Argentina de Aeronavegantes llegó a un acuerdo en:
Renunciar al inicio del tiempo de servicio desde que suben al remis, y ahora, al igual que los pilotos, inician su horario en el aeropuerto.
Paso a pool de tripulantes: hoy hay tripulaciones por tipo de avión y por zona (cabotaje o internacional). Ahora todos pasan a hacer vuelos de todos los aviones y zonas.
Renuncian a horarios de descanso por empresa, y pasan a horas regulatorias.
Renuncian a zona de descanso tipo cama para vuelos de largo alcance.
Aceptan realizar venta a bordo de productos, que hasta ahora estaba bloqueado por los sindicatos.
Al igual que los pilotos, cancelan los remises para capacitaciones.
APA acordó:
Aceptan Self Bag Drop, que es la entrega de equipaje por el propio pasajero como ocurre actualmente en la mayoría de los aeropuertos del mundo.
Aceptan el Auto Check in en terminales, algo a lo que sistemáticamente se negaban.
Aceptan la prestación de servicios a terceros, un negocio que puede brindarle a Aerolíneas un ingreso de 10 millones de dólares al año.
Aceptan polifuncionalidad en hangares y en servicio, lo que permite mover personal entre hangares y cambiar choferes de equipos.