A la ya numerosa lista de residuos orgánicos que pueden ser utilizados para la producción de biogás como fuente energética, dos jóvenes ingenieros desarrollaron un estudio de factibilidad utilizando una planta acuática muy común en lagunas, bañados y esteros de la región: el camalote.
Como parte de un trabajo final que les permitió graduarse de ingenieros electromecánicos en la Facultad de Ingeniería de la UNNE, Andrés Eduardo Kunzli y Edgardo Leonel González, plantearon el desarrollo teórico-práctico para la instalación de dos digestores anaeróbicos dentro de una planta de biogás de 65 KW para la generación de electricidad.
Lo novedoso de la propuesta es la utilización del camalote como materia prima. La razón de esta alternativa lo da la misma geografía de la ciudad de Resistencia, que es para donde fue pensada la planta. “La ciudad se encuentra localizada en una zona de gran cantidad de lagunas, sobre las que se acumula una gran cantidad de camalotes y masa vegetal que crece de manera constante y acelerada”, explica el ingeniero Kunzli.
“Planteamos entonces aprovechar la energía acumulada por fotosíntesis en toda esa fitomasa acuática, como una alternativa de solución a las consecuencias que se generan al extraerlas y depositarlas en las márgenes de los espejos de agua: malos olores, nido de roedores, etc”, comentó el ingeniero González.
La propuesta planteada en el trabajo final consiste en transformar la energía acumulada en los camalotes y demás masa vegetal recolectada, en biogás y residuos fertilizantes, utilizando dos biodigestores anaeróbicos. Con el biogás obtenido se pretende generar energía eléctrica y con ello amortizar los costos de la recolección y el traslado.
Sostenible y Renovable
Al igual que el gas natural, el biogás tiene una amplia variedad de usos, pero al ser un derivado de la biomasa, constituye una fuente de energía renovable. El camalote claramente es un ejemplo concreto de biomasa, ya que se trata de un producto vegetal producto de la fotosíntesis que puede ser transformado en energía útil para el hombre.
La producción de biogás es sostenible, renovable, neutral respecto al ciclo del carbono y reduce la dependencia de importación de combustibles fósiles. En algunos casos, los productores de biogás son totalmente independientes energéticamente, al producir toda la electricidad y calor que necesitan en sus instalaciones.
La utilización de digestores anaeróbicos no es casual. Con ese tipo de procedimiento se generan productos con alto poder energético (alcoholes, ácidos orgánicos y metano), y se pueden tratar residuos orgánicos para que no contaminen aguas subterráneas, al reducir el riesgo de liberación de agentes tóxicos.