Por estas horas, la Justicia y la policía Bonaerense intentan descifrar que pasó en las últimas 72 horas con las tres menores de edad que se escaparon de su colegio el viernes al mediodía en Ezeiza y fueron encontradas recién el domingo en Constitución.
Las cámaras de seguridad y los seguimientos indican que durante el fin de semana pasaron por al menos cinco municipios, aunque no tenían tarjeta SUBE ni dinero. Un hombre mayor y tres delivery de una pizzería son investigados porque habrían estado con las adolescentes el sábado.
Anoche una de ellas se quebró y contó que una mujer colombiana intentó prostituirlas.
El fin de semana, frenético y de suma angustia para las tres familias de las nenas, comenzó el viernes al mediodía. M.I, C.P y M.R, tres amigas y compañeras de colegio de entre 14 y 15 años, debían ingresar a la escuela ese día a las 13:30.
Cuando los padres las fueron a retirar a las 18, desde la institución les dijeron que nunca habían llegado. Fue el comienzo de una pesadilla y de una compleja investigación judicial a contrarreloj.
Apenas se realizó la denuncia, ese mismo viernes, la UFI N° 1 de Ezeiza, a cargo de Florencia Belloc y su secretario Federico Ricart, montó un seguimiento a través de cámaras de seguridad y de geolocalización de los teléfonos. Este último punto se dificultó porque sólo una de ellas tenía celular y estaba apagado.
Lo primero que se determinó, y quedó asentado en el expediente, es que las tres menores se escaparon del colegio por su propia voluntad. En las cámaras de la zona no se las ve con nadie más. Entonces comenzaron un raid que incluyó distintos puntos de la zona sur del Conurbano Bonaerense.
“El primer municipio que visitaron luego de escaparse fue Lomas de Zamora. No podemos determinar de qué manera viajaban porque no tenían SUBE.
Sabemos que estuvieron pidiendo dinero en la calle y, quizás, con eso viajaron. Cuando llegaron a ese municipio se juntaron en una esquina con tres personas mayores de edad que trabajan como delivery de una pizzería”, explicó uno de los investigadores.
La fiscalía tiene en su poder filmaciones de cámaras de seguridad de la esquina de la calle Cerrito, donde funciona la pizzería, y se ve a las tres adolescentes hablando y comiendo con los tres mayores de edad.
Estuvieron ahí unas horas hasta que después se fueron, pero prometieron que volverían. Cuando la policía fue a hablar con estas personas dijeron que las había conocido de casualidad y que no había pasado más que esa reunión en plena vía pública.
No fue lo único que encontraron los efectivos en esa zona. En un tacho de basura estaba la mochila de una de ellas consumida por el fuego. Según los datos de la causa, habría sido la propia chica la que intentó quemar sus pertenencias. Incluso hubo una pequeña explosión: adentro tenía un desodorante.
El siguiente pasó de las tres desaparecidas fue ir a la estación de Lomas. Allí estuvieron un tiempo. Las cámaras de seguridad de la empresa Trenes Argentinos las muestran mendigando, pidiendo monedas. Incluso se observa que una de ellas le pide el teléfono prestado a un hombre para realizar una llamada.
“Se comunicaron con otra amiga para decirle que estaban bien, que no se preocupara y que ya iban a volver. Eso lo supimos el sábado, pero no pudimos rastrear el llamado y no conseguimos mayores datos”, aseguró una fuente judicial.
Mientras la fiscal Belloc seguía el rastro de las menores, llegó a oídos de los investigadores el nombre de un adulto: Brian. Se trata de un hombre mayor de edad, aparentemente DJ, que tendría algún lazo de amistad con las chicas.
La Policía Bonaerense lo ubicó y lo aprehendió. Estuvo en esa situación durante algunas horas hasta que luego fue liberado. El hombre contó que, efectivamente, había estado con las chicas pero sólo por un tiempo y dijo que no tenía idea de dónde estaban. También aportó el dato de una fiesta en La Plata a la que las chicas tenían planeado ir. Se montó un operativo pero fue en vano: no asistieron. Sin embargo, se comprobó que sí estuvieron en la capital bonaerense durante algunas horas.
Ya para la madrugada del domingo las estudiantes seguían sin ser encontradas a pesar de tener detrás una fiscalía entera, la DDI, la Policía Bonaerense y el municipio de Ezeiza, que prestó amplia colaboración. En el medio, sus caras se difundían con fuerza en redes sociales. Los datos de la búsqueda indicaron que luego de La Plata fueron para Lanús. Allí habrían pasado la noche, aunque no existen mayores detalles sobre dónde y con quién estuvieron.
Finalmente, ayer domingo a las 9.53 de la mañana, en pleno proceso eleccionario, un hombre las vio caminando por la intersección de las calles Lima y Juan de Garay en Constitución, las retuvo y llamó al 911. A los pocos minutos llegaron los oficiales que constataron que se trataba de M.I, C.P y M.R.
En la primera revisión médica realizada en el lugar se constató que una de ellas tenía lesiones compatibles con cortes de cuchillo a la altura del pecho.
Las tres jóvenes fueron derivadas al hospital Eurnekian de Ezeiza, donde esta mañana les seguían realizando estudios para determinar si tiene alguna otra lesión y, sobre todo, para saber si fueron abusadas. Es que una de ellas dio un dato que inquietó a la Justicia.
“La realidad es que las chicas no quieren decir ni aportar casi nada. Eso es un punto que complica las cosas. Desde que fueron encontradas apenas dijeron que estuvieron bien y que no pasó nada. Aunque anoche, a última hora, una de ellas habló de un posible abuso”, reveló un oficial de la DDI.
Puntualmente, según consta en el expediente, una de las adolescentes dijo que, en medio del raid del fin de semana, una mujer colombiana las retuvo y obligó a prostituirse a dos de ellas.
“Es todo lo que aportó la chica. No quiso decir más nada. Ni en qué zona de todas las que estuvieron sucedió ni si se consumó la violación. Por el momento no quieren sentarse a declarar en Cámara Gesell, que es clave para que los profesionales puedan utilizar sus técnicas y extraer más información”, relataron fuentes de la investigación.
Casi 24 horas después de la aparición de las chicas, Infobae habló con las familias de las menores que aún no volvieron a sus casas. Un pariente bajo reserva de identidad aseguró: “Sólo pudimos verlas unos minutos. Están yendo del hospital a la DDI. Queremos descartar que haya habido un abuso. Desde nuestro punto de vista, algo pasó con ellas. Creemos que alguien las captó. Una de las chicas tiene el pelo cortado. Otra está sin zapatillas”.
Mientras tanto, la Justicia está centrada en poder determinar si efectivamente existió un abuso sexual y si, tal como dijo una de ellas, hubo personas que se aprovecharon de la situación para intentar prostituirlas. Por lo pronto, la investigación ahora pasó a manos de la UFI N° 3 de Ezeiza, especializada en delitos sexuales.