El mandatario ruso se disculpó por el incidente que derivó en la muerte de 38 pasajeros. El sistema antiaéreo habría confundido la aeronave con un avión militar enemigo.
El presidente ruso, Vladimir Putin, reconoció que el sistema antiaéreo de su país estaba operativo en el momento del derribo de un avión de Azerbaijan Airlines, incidente que dejó un saldo de 38 víctimas mortales. En una conversación telefónica con su homólogo azerbaiyano, Ilham Aliyev, Putin ofreció disculpas, destacando que el accidente ocurrió en el espacio aéreo ruso, aunque no asumió una responsabilidad directa por lo sucedido.
«El avión intentó aterrizar en Grozny mientras nuestras ciudades estaban siendo atacadas por drones ucranianos, y los sistemas de defensa repelieron dichos ataques», explicó Putin, según el comunicado del Kremlin. Además, reafirmó la importancia de realizar una investigación “objetiva y transparente” en colaboración con expertos de Azerbaiyán, Brasil y Kazajistán.
Aliyev, por su parte, fue enfático en señalar que el avión fue impactado por “interferencias físicas y técnicas externas”. Según la Presidencia de Azerbaiyán, los agujeros en el fuselaje, los testimonios de los sobrevivientes y las interrupciones en los sistemas de navegación sustentan esta hipótesis. La auxiliar de vuelo Aydan Rahimli describió cómo las máscaras de oxígeno cayeron tras dos fuertes impactos externos, descartando explicaciones alternativas como fallos mecánicos internos.
La evidencia inicial sugiere que los sistemas antiaéreos rusos desempeñaron un papel crucial en el incidente. Según Euronews, los pilotos reportaron bloqueos extremos de GPS y una paralización total de las comunicaciones, atribuidos a interferencias causadas por sistemas de guerra electrónica. Estados Unidos respaldó esta teoría, señalando “indicios preliminares” de que el avión pudo haber sido alcanzado por misiles rusos.
Mientras la comunidad internacional observa con atención, Putin ha reiterado su compromiso de esclarecer los hechos. Sin embargo, las tensiones aumentan, pues este incidente podría agravar las ya delicadas relaciones entre Rusia, Azerbaiyán y las potencias occidentales. La investigación sigue en curso, con múltiples preguntas aún sin respuesta sobre las circunstancias exactas que llevaron a esta tragedia aérea.