El informe médico reveló los detalles de las heridas que desencadenaron el deceso de Matías Paredes, mientras que la versión policial justificó el accionar de los efectivos.
Matías Paredes, el joven de 26 años que fue asesinado por personal policial de civil en la ciudad balnearia de Mar del Plata, sufrió dos impactos de bala que le provocaron tres lesiones, según indicó el informe preliminar de autopsia que recibió el fiscal Alejandro Pellegrinelli.
Según informó La Capital, de acuerdo a la autopsia una de las balas ingresó en la escapula izquierda, atravesó la clavícula y rozó el rostro, mientras que la otra lesión se distinguió en el tórax y causó daño letal en Paredes. Los dos proyectiles llegaron en trayectoria de izquierda a derecha, lo que supone que los policías estaban de ese lado del vehículo donde iba la víctima.
En tanto, se indicó que, además del lugar en donde recibió los balazos Paredes, se menciona su trayectoria y se logró recuperar un pomo de calibre 9 milímetros, por lo cual, en conjunto con el análisis balístico sobre las cinco armas secuestradas se podrá determinar quién fue el autor de los disparos a partir de la posición que ocupaban los policías al momento de detener el auto en el que Paredes viajaba ocupando el asiento de atrás.
Por otro lado, en las próximas horas se van a cotejar las armas, en especial las Bersa Thunder del oficial principal Emilio Flores (conductor de la EcoSport) y del subteniente Juan Manuel Molina, ya que, se sospecha que de esas pistolas salieron los 7 disparos, aunque también se analizaran la Bersa Thunder 9 del oficial principal Javier Yancamil Macías, del sargento Julio Rufino Jerez y del también oficial principal Héctor Murray.
La versión de uno de los policías
El citado medio marplatense señaló que se conoció la versión policial del procedimiento en el que fue asesinado Paredes y que el mismo justificó el accionar de los efectivos intervinientes al asegurarse que, cuando bajaron a identificar a los ocupantes del Fiat Palio, uno de ellos pareció mostrar un arma y hacer una detonación.
Este relato se ajusta a dichos exculpatorios que se orientan a dar algunas explicaciones que los videos captados por cámaras de seguridad desmentirían y quien escribió el acta fue Juan Molina, el encargado del gabinete técnico operativo de la 16a. que, junto con el sargento Julio Rufino Gerez, estaba en la estación de servicio de Polonia y Fortunato de la Plaza en su auto particular Volkswagen Bora escuchando la radio policial y atentos a la orden de servicio por un operativo de prevención con orden de detención de Cristian Monje, el sindicado asesino del kiosquero Cristian Velázquez.
De acuerdo a la versión de Molina, escucharon por la frecuencia policial que una Ford EcoSport con personal policial venía siguiendo al Fiat Palio por considerarlo sospechoso y en su relato el policía indicó que se tenía el dato que Monje iba a ser trasladado de noche a la ciudad de Miramar, por lo que decidieron sumarse a la interceptación.
“Detenidos en la playa de estacionamiento de la estación de servicio allí emplazada observamos que el vehículo Palio descripto circulaban por Fortunato de la Plaza desde Brumana en dirección a Polonia, cruzamos nuestro automotor a fines de interceptarlo, descendiendo ambos, mientras que los efectivos que solicitaron la identificación detienen su camioneta EcoSport de color negra detrás del rodado”, se describió en un acta.
Luego se indicó en el documento: “Seguidamente nos identificamos como personal policial, observando desde la luneta a un masculino realizar ademanes con un arma tipo revólver color plateado y tras ello se escucha un fuerte estruendo. Acto seguido el rodado acelera con claras intenciones de fugarse del lugar y esquivando el automóvil en el que nos desplazamos. Tras haber escuchado la detonación mencionada, el suscripto (Molina) extrae el arma reglamentaria y procede a efectuar varias detonaciones, aproximadamente tres, como así el oficial principal Flores Emilio, el cual tenía colocado chaleco de transporte mismo reza inscripto POLICIA, consecuentemente, el rodado Fiat Palio, sale raudo en fuga, comenzando una persecución”.
El resto del acta se completa diciendo que persiguieron al Palio hasta que se detuvo, que pidieron una ambulancia para el herido y que empezó a llegar gente por lo que debieron retirarse. Además de Molina y Rufino Gerez están implicados en el procedimiento Héctor Murray, Yancamil Masia y Emilio Flores, de la decimoquinta, que ocupaban la Ford Ecosport.