Desde el Xeneize le bajaron el tono al revuelo que se armó en redes sociales luego de las imágenes que se viralizaron del zaguero en un picado y un boliche el fin de semana.
Después de haber quedado en el centro de las críticas por la expulsión que sufrió ante Platense, el capitán de Boca Marcos Rojo volvió a estar en el foco, principalmente de las redes sociales, por las fotos que se publicaron de su fin de semana en la que se mostró jugando un picado en un intercountry y en una fiesta nocturna. Sin embargo, en el Xeneize le bajaron el tono al tema.
Cuando por estas horas se consulta puertas adentro en el conjunto azul y oro por la repercusión que tuvieron las imágenes que se viralizaron del defensor, que ha sido uno de los principales apuntados el último tiempo por las lesiones musculares que sufrió y que lo obligaron a perderse varios encuentros del elenco de la Ribera, descartan un enojo.
«Tenían el día libre», repiten desde el predio de Ezeiza en el que transcurre el día a día de Boca. Es que el Xeneize se entrenó por última vez el sábado y regresó a los entrenamientos recién el lunes después de haber tenido un domingo libre -día en el que Rojo estuvo con amigos- ya que el equipo de Diego Martínez volverá a jugar este viernes ante Vélez.
«Jugar de doble 5 con este muchacho no tiene precio», publicó el usuario de Instagram @juanpvzz tras un partido de fútbol amateur que compartió con Rojo y del que luego se difundieron más imágenes. En simultáneo apareció una foto del marcador central junto a una mujer en Bye Henry, un boliche ubicado en la ciudad de La Plata, de la que es oriundo.
Antes Rojo ya había sido uno de los apuntados después de que se lo viera en la fiesta de cumpleaños de Darío Benedetto, cuando estaba lesionado, junto a Cristian Lema. Aquel festejo fue el que derivó en que borrarán al Pipa después de que no se entrenara a la mañana siguiente, lo mismo que Norberto Briasco, que luego regresó al equipo.
La opinión de Riquelme sobre los picados
En febrero de 2022, luego de que Rojo también protagonizara un picado bajo la lluvia junto a Agustín Almendra y Gastón Ávila, ambos por entonces en el club, el actual presidente Juan Román Riquelme ejemplificó con su propia experiencia: «Hemos ganado el torneo argentino del 98, 99 y cuando jugamos la primera Libertadores en el 2000, yo jugaba la Copa, no el día domingo, y me iba a jugar los torneos de plata con mis amigos. Me lastimaba los tobillos, llegaba el lunes y Bianchi me preguntaba cómo estaba. Bianchi sabía todo, nunca le mentí».
En la misma línea, Riquelme agregó: «Voy a morir siendo futbolista, sin dudas. A mí no me cambia si quieren jugar un picado con los amigos, quiero que disfruten el club. Hay que cuidarse, respetar a los hinchas, pero de vez en cuando jugar un picado con los amigos no hace mal a nadie. Los amigos son lo más grande que hay y hay que cuidarlos mucho».