Con el objetivo de empoderar económicamente a las mujeres, se dictó el último curso organizado por el Consejo de Profesionales de Ciencias Económicas. En el cierre, el objetivo fue pensar un sistema tributario con perspectiva de género, a cargo de Iara Tejeda Martínez, directora de Economía, Igualdad y Género de la provincia.
Como última actividad del mes de marzo, de lucha de la mujer y diversidades, organizada por la Comisión de Género y Diversidad del Consejo de Profesionales de Ciencias Económicas, en el día de ayer, Iara Tejeda Martínez, directora de Economía, Igualdad y Género, del Ministerio de Planificación, Economía e Infraestructura, junto a su equipo, realizaron una charla informativa sobre cómo se podría repensar el sistema tributario argentino, teniendo en cuenta las inequidades de género subyacentes en la sociedad.
Una de las ideas centrales abordadas en la charla fue que un sistema tributario con perspectiva de género, debe tener en consideración la participación mayoritaria de las mujeres en los sectores de más bajos ingresos.
También se mencionó el hecho de que el Impuesto al Valor Agregado, que por su naturaleza es netamente regresivo por gravar el consumo independientemente del ingreso de las y los contribuyentes, haya representado un 44 por ciento de la recaudación total de impuestos nacionales en 2021, es una muestra fundamental de la regresividad del sistema.
Es importante visibilizar, que la regresividad del sistema tiene un claro sesgo de género. Las mujeres no sólo concentran una menor cantidad de ingresos en el mercado laboral, sino que, a su vez, terminan siendo más afectadas por el peso de los impuestos indirectos ante la aparente imposibilidad de aumentar la recaudación sobre los patrimonios, que se encuentran mayoritariamente en manos de varones.
En este sentido, en un informe del Observatorio de Tributación y Género, se observa que un 74% de las personas que pagó el aporte extraordinario por grandes fortunas en 2021, fueron varones, así también de las personas alcanzadas por el impuesto a bienes personales, el 34% corresponde a las mujeres y el 66% a los varones.
“Hay un sesgo de género que se evidencia en la feminización de la pobreza y la masculinización de la riqueza, vemos que esta estructura impositiva regresiva impacta de manera diferencial en las mujeres. En el mismo sentido, los recortes presupuestarios para los subsidios económicos también tienen un golpe asimétrico en la sociedad que repercute en mayor medida en quienes menos ingresos tienen, en su mayoría mujeres”, señaló la contadora Iara Tejeda Martínez.