Quedó presa la actriz Allison Mack por su rol en la secta sexual NXIVM

Admitió u culpabilidad en dos cargos de crimen organizado y de conspiración para crimen organizado.

La actriz de la serie de televisión «Smallville» Allison Mack ingresó en prisión dos semanas antes de lo previsto para cumplir tres años de pena por su implicación en el caso de la secta NXIVM, cuyo fundador, Keith Raniere, fue condenado a 120 años de cárcel por tráfico sexual y otros cargos.

Según unos documentos publicados por medios de comunicación locales, Mack llegó el pasado lunes a la prisión de la localidad californiana de Dublin (cerca de San Francisco), donde también cumplieron condena las actrices Lori Loughlin y Felicity Huffman por un caso de fraude en el sistema de admisión a universidades estadounidenses.

El ingreso de la actriz estaba programado para el 29 de septiembre.

Detenida en abril de 2018, Mack admitió un año después su culpabilidad en dos cargos de crimen organizado y de conspiración para crimen organizado, y entonces expresó su arrepentimiento y pidió perdón a las víctimas de la secta.

En junio fue sentenciada a tres años de prisión y a una multa de 20.000 dólares en un juzgado de Nueva York.

La secta NXIVM, un supuesto grupo de autoayuda en el que estaban implicadas varias personas conocidas, fue utilizada por su líder, el canadiense Keith Raniere, para abusar sexualmente de una larga lista de mujeres.

Raniere fue condenado en octubre del año pasado a 120 años de prisión en un tribunal de Nueva York por delitos de tráfico sexual, pornografía infantil y crimen organizado.

En concreto, el juicio del caso NXIVM se centró en un subgrupo de la secta exclusivo para mujeres llamado DOS, en el que algunas integrantes llegaron a ser marcadas con las iniciales del líder, en una dolorosa ceremonia en las que se les cauterizaba la piel sin anestesia en una zona cercana al pubis.

Además de las relaciones con el líder, la pertenencia a DOS requería que las «esclavas» tuvieran que pedir permiso para comer y debían entregar material gráfico o información comprometida, que podía ser publicado si se negaban a seguir las órdenes.

El caso generó gran atención mediática, en parte por la implicación de personas como Mack o la heredera del imperio licorero Seagram’s, Clare Bronfman, y dio pie a varios documentales.